El alza de casi 30% en el costo del transporte para los usuarios es un duro golpe a la economía familiar, muestra falta de sensibilidad y tacto político, afirmó la rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Teresa García Gasca.
La acción —dijo— se tomó “a la ligera” por parte del gobierno, y pareciera que 11 pesos no es tanto, pero sí lo es porque los padres deben pagar varios pasajes al día, aún ganando “apenas” algunos salarios mínimos, afirmó en entrevista para EL UNIVERSAL Querétaro. La decisión debe rectificarse, dijo.
“Me parece que el que se haya votado a favor un aumento tan escandaloso, tan irracional, es un atentado justamente contra la economía de las familias queretanas, desde mi punto de vista debe rectificarse”, señaló.
El martes, el Instituto Queretano del Transporte informó el ajuste a las tarifas del transporte para la zona metropolitana de Querétaro, quedando de la siguiente manera: tarifa usuario general se ajustó de 8.50 a 11 pesos, significando un alza de 29.4%; preferente de 4 a 9 pesos, es decir, un 25% más; mientras que los transbordos para usuario general se ajustaron de 4 a 5.50 pesos, 37% por ciento más; los usuarios preferentes pasaron de cero a 4.50 pesos. Para San Juan del Río el precio para usuario general pasó de 7.50 a 10 pesos, y el preferente se mantuvo en 4 pesos.
Sobre el programa de apoyo a la economía familiar en el transporte público anunciado por el gobernador Francisco Domínguez Servién, la rectora de la UAQ comentó que es únicamente un atenuante del golpe dado al núcleo familiar y es necesario pensar una manera integral de cómo mejorar las opciones económicas.
“Es un paliativo únicamente, es decir, sí te pego, pero te pego quedito. No, se trata finalmente de nuestros jóvenes, que son tarifas preferenciales, dependen de sus padres y sus padres toman el transporte, pues ellos no tendrán tarifas preferenciales; entonces, le pegamos a la economía familiar”.
Alza no mejorará servicio. Al ser cuestionada sobre la posibilidad de que el aumento signifique una mejora del transporte público, García Gasca lamentó que la historia ya ha demostrado que no.
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