“Estamos al borde de un gran riesgo”, alertó el gobernador Francisco Domínguez Servién, quien pidió a la sociedad no relajar las medidas sanitarias, “porque llegará el momento en que no contaremos con camas y respiradores disponibles en los hospitales”.

A pesar del esfuerzo realizado por el personal de salud, y de un gran número de familias queretanas, dijo que “si dejamos de atender las medidas sanitarias, si nos relajamos como sociedad, llegará el momento de que el estado no tendría la capacidad de ofrecer atención médica a todos los contagiados que lo requieran”, dijo.

Advirtió que el índice de duplicación de casos en Querétaro lleva varios días con tendencia al color naranja y puede seguir avanzando hasta llegar al rojo, si no se toman las medidas necesarias.

“Por eso hoy dirijo este llamado a unificarnos en un propósito como estado: emprender acciones para que esta amenaza no se convierta en una crisis. Aún podemos salvar vidas y evitar que nuestro sistema de salud se desborde. Aún podemos evitar una crisis que frene nuestros planes para lograr reactivar la economía”, sostuvo.

Reiteró que en el estado no se levantarán las medidas de aislamiento social ni se iniciará una nueva normalidad el 1 de junio.

Puntualizó que quedarse en casa, reforzando las medidas de higiene y entrenándose, es la mejor manera para detener el ritmo de contagios.

El gobierno no puede solo, reconoció, “requerimos de la corresponsable y atenta participación de todas y todos los ciudadanos; depende de todos nosotros asegurar que hasta el último queretano reciba la atención médica requerida para salvar su vida”.

“Regresar a la normalidad depende de todos; regresar depende de enfocarnos en nuestra voluntad de vivir; regresar depende de nuestra capacidad de organizarnos. Entendamos que nuestro esfuerzo en el presente, es nuestra libertad en el futuro”, exhortó.

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