El Tribunal Eclesiástico de Querétaro respondió a Ilsa Aguilar Bautista, mujer trans que pidió cambiar de nombre en su fe de bautismo para vivirla en concordancia con su identidad de género.
En una carta a Ilsa Aguilar, el presbítero Hugo Rayón Ortiz, vicario judicial de la Diócesis de Querétaro, explicó que para la Iglesia católica “por tradición y praxis teológica no es posible reconocer o realizar actos que conlleven implícitamente un cambio de sexo, de lo cual nosotros somos muy respetuosos de la voluntad propia de las personas para realizarlo, mas no lo compartimos, de acuerdo a nuestras creencias biológicas y de fe”.
Explicó que la Iglesia católica “no persigue fines de lucro ni preponderantemente económicos, en cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 8 fracción II de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, y los datos de las personas que se recaban es sólo para uso interno y exclusivamente personal y sin fines de divulgación o utilización comercial”.
“Asimismo, nos regimos por nuestros propios estatutos y criterios doctrinales que hacia el interior norman la actuación de nuestra institución”, precisó.
En la respuesta, se le manifiesta a Ilsa Aguilar que los sacramentos propios de la Iglesia católica se administran a todos los fieles que la componen y que viven en el bautismo recibido en ella misma, además de cumplir con sus principios y prácticas establecidas.
“Querer alterar principios y prácticas eclesiásticas no está contemplado en la misma Iglesia, sin embargo de ninguna manera ella se opone a decisiones que en conciencia sus miembros adopten a nivel personal”, añadió
Ilsa es la primera mujer trans en el estado que logró que el Registro Civil cambiara su acta de nacimiento original con su nuevo nombre e identidad de género.
De la misma manera, la Universidad Autónoma de Querétaro realizó el cambio en su título universitario, para que coincidiera con su actual nombre y género.
Anteriormente la activista señaló que en caso de no obtener respuesta positiva de parte de la Iglesia católica, solicitaría la renuncia a sus creencias religiosas.
