Barrer la casa, lavar los platos, cocinar, cuidar a los niños y limpiar, son labores que hacen de las trabajadoras del hogar “parte de la familia”. Sin embargo, sus derechos laborales no están reconocidos en la Ley Federal del Trabajo para que puedan gozar de todas las garantías, que como cualquier empleado, deben tener acceso.

Especialistas señalaron que las autoridades no han tenido “sensibilidad” ni “voluntad política” para reconocer los derechos laborales de las trabajadoras del hogar, puesto que no se ha ratificado el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), con el cual se reformaría la Ley Federal del Trabajo para establecer la jornada de ocho horas, la obligación de un contrato y el acceso a la seguridad social.

En el marco del Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar ONU Mujeres, la OIT y la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU­DH), llamaron a las autoridades mexicanas a mejorar la situación de estas empleadas mediante la ratificación del Convenio 189, el cual promueve la igualdad de derechos de integrantes de ese sector con los demás grupos de trabajadores.

Kenya Sánchez Zepeda, investigadora de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, subrayó que las labores del hogar se encuentran en una situación de “total desamparo”, debido a que no cuentan con ningún tipo de seguridad social, por lo que pidió a las autoridades ver la importancia de este empleo, puesto que tiene un gran aporte a la economía.

Mientras no tengamos una legislación que regule esta labor mediante la ratificación del Convenio 189 de la OIT, no vamos a poder tener un cambio en las dinámicas sociales. Sin un cuerpo normativo es muy difícil que puedan generarse acciones a favor de las trabajadoras del hogar. Debemos seguir promoviendo que esta labor sea visibilizada”, dijo.

Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) de 2015 registraban a 2.3 millones de personas de este sector que se encontraban fuera de la economía formal. El 95% son mujeres, lo que equivale al 10% de la Población Económicamente Activa (PEA) Femenina.

De estas, 97% no cuenta con ningún tipo de servicio de salud, 75% gana entre uno y dos salarios mínimos, 96% no cuenta con contrato de trabajo, sólo una tercera parte tiene derecho a vacaciones y 57% recibe aguinaldo.

El Convenio 189 ofrece protección específica a los trabajadores del hogar al establecer tanto los derechos básicos de los que deberán gozar, además de exigir a los 183 estados miembros de la OIT tomar una serie de medidas, con el fin de lograr condiciones para el trabajo decente en este sector de la población.

Enrique de la Garza, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Unidad Iztapalapa, destacó que “este trabajo sigue invisibilizado. Países como Uruguay han tenido grandes avances en el reconocimiento de esta labor, va a la vanguardia en este tema porque realizan inspecciones a los hogares.

Está faltando organizar a las trabajadoras para que les digan cómo reclamar sus derechos, porque muchas de ellas no tienen conocimiento de ésto, debido a que sólo tienen estudios de primaria”, dijo De la Garza.

Ximena Andion Ibáñez, directora del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir, dijo que existe una “deuda política” del gobierno mexicano con las trabajadoras del hogar, porque en 2014 el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, se comprometió enviar la propuesta de ratificación del Convenio 189, instrumento que establece las condiciones de protección a este sector, al Senado de la República para su estudio y posteriormente para su ratificación, no obstante, a tres años de distancia, ese compromiso no se ha cumplido.

“No ha habido la suficiente sensibilidad ni voluntad política para hacerlo, nos parece que ha habido ciertos compromisos públicos como el del secretario de Gobernación, es muy lamentable, sobre todo en un contexto de crisis económica y donde el propio Presidente ha hablado de la importancia de traer a la formalidad los trabajadores. Falta entender que esta es una oportunidad para traer a la formalidad a las trabajadoras del hogar, para protegerlas, porque es un sector con gran vulnerabilidad”, afirmó.

Ana Sofía Pablo, secretaría de Capacitación y Formación del Sindicato Nacional de Trabajadoras y Trabajadores del Hogar (Sinactraho), consideró que prevalece la discriminación hacia este sector, debido a que muchas pertenecen a comunidades indígenas y no tuvieron oportunidad de estudiar, lo cual las hace más vulnerables a las agresiones por parte de sus patrones.

“No se reconoce nuestro trabajo, muchas mujeres pueden tener una carrera profesional, capacitarse, somos una parte importante del hogar, cuidamos de los hijos de los empleadores, de los adultos mayores, administramos el hogar, compramos la despensa y, en muchos casos, los patrones ni siquiera saben nuestro nombre o la fecha de mi cumpleaños”, expresó.

Destacó que no existe una estadística que arroje cuántas trabajadoras del hogar han sido víctimas de violencia física o sexual, debido a que muchas no denuncian este problema por miedo a quedarse sin trabajo, por lo que a través del Sindicato Nacional de Trabajadoras y Trabajadores del Hogar buscan dar asesoría a estos casos y promover la denuncia.

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