Un conglomerado de casas blancas y áreas verdes es la primera vista del fraccionamiento El Refugio; un desarrollo construido hace un par de años para la clase media en la periferia de la capital de Querétaro.

Este fue el hogar de Génesis Ulannys Gibson Jaimes, una mujer de 24 años reportada como desaparecida el jueves 16 de noviembre. Días después, fue hallada sin vida en un hotel Platino, ubicado en la delegación Venustiano Carranza en la Ciudad de México.

De origen venezolano, el rostro de Génesis ha aparecido en diarios locales y nacionales. Las imágenes muestran a una mujer morena, delgada, con cabello y ojos oscuros. Aparece con cuerpo atlético y sonriente.

Génesis de residencia queretana desde hace cinco años, salió de su domicilio en Querétaro rumbo al estado de Puebla donde se hospedó en el motel Punta Palmas, ubicado en las cercanías de la colonia Providencia.

A partir de ese momento, empezó la pesadilla que por desgracia, se vuelve cotidiana en México para las mujeres víctimas de violencia. Ese jueves 16 de noviembre fue el último día en que tuvo contacto con su familia. De acuerdo con la información proporcionada por las autoridades, al descubrir una camarera del motel el crimen, encontró a la víctima amordazada. Un día antes, Génesis había ingresado al establecimiento con un hombre que se registró como Omar “N”.

El fraccionamiento, que la venezolana hasta hace unos días habitaba al lado de su madre y de su hija de cinco años, es un vecindario tranquilo y silencioso. Como cualquier condominio, hay vigilancia en sus entradas. Una hilera de coches se forma para dar sus datos a los guardias, mientras uno de ellos toma registro de las placas.

El Refugio se compone por decenas de fraccionamientos que cuentan con vigilancia privada. En ninguno de ellos hay paso, a menos que los dueños autoricen.

El fraccionamiento pertenece al corporativo Casas Platino, con presencia en seis ciudades; en la capital queretana ofrecen viviendas desde un millón 498 mil pesos hasta dos millones 60 mil pesos, según el portal de la empresa.

En la tranquilidad de estos suburbios, el caso de Génesis parece extinguirse. El vigilante de la entrada, sostiene que deben autorizarse las entradas, pues de lo contrario, podría tener problemas con los patrones. Dice que ya hubo un problema en estos días, pero tampoco quiere profundizar en ello. Su actividad se limita a pedir credenciales de identidad, hablar a los dueños de las viviendas y esperar las autorizaciones para dejar pasar a los vehículos. No hay excepciones, todos los visitantes deben pasar este procedimiento, recalca.

No obstante, en redes sociales Génesis tiene eco. Los usuarios comentan: “Asesinan a una mujer y sacan sus fotos. Agarran a un puto ratero y le tapan la cara. Qué pedo con la justicia”. También reclaman el tratamiento mediático: “Espero que los que escribieron esa nota periodística sean unos santos o algo parecido para que pueda emitir juicios morales, si era o no era cosa que no nos importa, y menos aún le da derecho a nadie a disponer de la vida de otra persona”, dice otra usuaria al hacer referencia a la presunta actividad de Génesis: escort o acompañante.

Sin embargo, no todos en las redes claman justicia: “Pues sufrió el riesgo de acuerdo a su disque profesión y oficio a eso se exponen”. Algunos otros también cuestionan su estancia en México. “¿Y su estadía en Méx. era legal?”, dice otro usuario.

Las acusaciones y las defensas siguen. Unos insultan, otros bromean y muchos se indignan. “…Una mujer más muerta… terrible”, añade otro de los usuarios al hacer referencia a las víctimas de feminicidio.

Recientemente, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) alertó en su informe Del compromiso a la Acción de ONU mujeres y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que México y Centroamérica encabezan las regiones más críticas en América Latina y el Caribe donde se presenta mayor violencia hacia las mujeres.

De acuerdo con estimaciones de ONU mujeres, la tasa de defunciones por feminicidios con presunción de homicidio se ubicó en 2016 en 4.3 muertes por cada 100 mil mujeres.

En la entidad, las autoridades judiciales dicen que no hay casos de feminicidios . Mientras que algunas organizaciones contabilizan 48 casos.

Mientras el caso de Génesis tiene el eco en las redes, no puedo dejar de pensar que tenía 24 años. Tenía mi edad y compartía rasgos físicos similares a los míos y al prototipo de mujer latinoamericana: piel morena, cabello y ojos oscuros. Génesis pudo ser cualquiera, pude ser yo y pudieron ser mis amigas, mis primas o mis vecinas.

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