La autorización de cambios de uso de suelo habitacional en extensiones territoriales deshabitadas, fue el detonante de la especulación de la tierra y posterior aparición de asentamientos irregulares, aseguró el delegado del Instituto Nacional de Suelo Sustentable (antes Corett), Manuel Sánchez Gómez.

Explicó que años atrás, se autorizaban cambios de uso de suelo habitacional para lotificar grandes extensiones territoriales, en las que al final se edificaron no más de 10 viviendas, permitiendo la especulación y posterior venta irregular de las fracciones de tierra.

“Hubo una explosión demográfica impresionante, precisamente porque se permitía la regularización de predios, por ejemplo, con 200 lotes, en los que vivían no más de tres familias, mismas que especulaban con la venta de estas tierras, a pesar de carecer de los servicios básicos, esto ha detonado un crecimiento desordenado de varias ciudades”, expuso el delegado.

Agregó que también se permitió que particulares adquirieran grandes extensiones territoriales, para luego tramitar los cambios de uso y las lotificaciones, a pesar de que los predios se ubicaban en zonas alejadas a la mancha urbana, con dificultades para la introducción de servicios, o en áreas de riesgo.

En la entidad prevalecen 163 asentamientos irregulares, la mayoría de estos se ubica en el municipio de Querétaro, en segunda posición están en Corregidora y le sigue San Juan del Río. También se reporta presencia de zonas irregulares en Pedro Escobedo y Cadereyta de Montes. Del total de asentamientos irregulares, 35 se encuentran en San Juan del Río.

Sin embargo, al instituto han llegado más de mil 300 solicitudes de regulación, correspondientes a igual número de familias ubicadas en estos asentamientos, pero más de 200 peticiones son improcedentes, al ubicarse las viviendas en zonas de riesgo o alejadas de los servicios de urbanización.

Nuevas reglas. Advirtió que a través del nuevo instituto (Insus) se emitirán negativas definitivas a regularización de asentamientos que carezcan de factibilidad para obtener su certeza jurídica, evitando que los municipios hagan caso omiso a las recomendaciones de la federación y autoricen escrituras a favor de los mismos.

“Había ocasiones en que nosotros como Corett negábamos la certeza jurídica sobre asentamientos que no cumplían los requisitos para regularse, pero los promotores acudían a los municipios y los gobiernos locales sí les autorizaban algunos permisos, con el Insus; buscamos que esto no vuelva ocurrir”, dijo.

Sánchez Gómez explicó que la creación del Instituto Nacional de Suelo Sustentable, en sustitución de la Comisión para la Regularización de la Tenencia de la Tierra, busca fomentar un crecimiento adecuado de las ciudades y frenar de manera efectiva la proliferación de asentamientos irregulares, a partir del acercamiento de servicios a las zonas que ya existen en estas condiciones.

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