Minerva Guevara, integrante de la asociación civil Mujer Libertad, explicó la diferencia entre prostitución y trabajo sexual; en la primera hay una explotación por un tercero, en la segunda hay voluntad para ejercer este trabajo, por lo que urge a diferenciar entre ambos conceptos.

Dijo que Mujer Libertad surge ante la necesidad de defender a las trabajadoras sexuales, y darle a esta labor el trasfondo legal que necesita.

“Representa a trabajadoras sexuales, transexuales, homosexuales, pansexuales y travestis. Es una asociación que se dedica a buscar apoyos a nivel nacional, de techos financieros de distintas secretarías”, apuntó.

Actualmente, gestionan apoyos para personas del campo que se dedican al trabajo sexual o que están en situaciones de vulnerabilidad “bajando” proyectos de la Secretaría de Agricultura, así como proyectos financieros de Nacional Financiera.

Además está en contacto con otras instituciones, a nivel internacional, que tienen que ver con la trata de personas, trabajo sexual y defensa de las diversidades sexuales y de género.

“Tenemos que partir como sociedad para diferenciar el trabajo sexual como tal, y la prostitución, porque la primera es una parte de trata, hablamos de mujeres que tienen un ‘padrote’ o una ‘madrota’ quienes las requieren para cubrir una cuota. Las trabajadoras con mujeres, hombres, travestis, o cualquier persona que en el derecho de expresar su sexualidad, eligen en trabajo sexual como una opción de trabajo, de manera libre e individual, sin ser obligadas por un tercero”, abundó.

Subrayó que se tiene que concientizar a la sociedad de esa diferencia, porque en el caso de la trata de personas, es cuando las personas son obligadas de manera violenta a ejercer el trabajo sexual, cuando las mantienen, en el caso de las inmigrantes ilegales, retenidas con su documentación, o en el caso de mexicanas les retienen a su hijos, con la amenaza de hacerles daño o no volver a verlos, si no ejercen el trabajo sexual.

Destacó que existen muchas leyes en las cuales se puede amparar a los migrantes, de acuerdo a la legislación mexicana, se les puede proteger cuando son violentados, sin temor a caer en una irregularidad.

Aquí en Querétaro tenemos la fortuna de ser uno de los estados con más avances en cuestión de legislación de trabajo sexual. Además es el único estado, a nivel nacional, que cuenta con una ley de salud pública para ejercer el trabajo sexual, donde éste ya no se tipifica como un delito y se les da acceso a la seguridad social”, abundó.

De la misma manera, agregó, que Querétaro es de las pocas entidades que tiene firmado un tratado con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), donde las trabajadoras sexuales pueden acceder a un seguro individual como empleadas libres, el cual les permite tener derecho a todo el espectro de prestaciones que tiene la institución de salud, como el que sus hijos puedan recibir consultas médicas y que cuando enfermen puedan tener una incapacidad, como cualquier otro derechohabiente, así como poder recibir una pensión llegada la edad de jubilación.

Sobre las cifras de personas que son prostituidas o víctimas de trata, precisó que es complicado tener un número exacto, pues hay mujeres que son prostituidas no por dinero, sino por la propia pareja, cuando el hombre, bajo los efectos de sustancias, las obliga a mantener relaciones sexuales con sus amigos.

“Ahí estamos hablando de prostitución y obviamente esta mujer no lo va a denunciar, entonces es un caso que tenemos perdido. Qué pasa con las madres que tienen una adicción que se drogan, beben y tienen hijas adolescentes. Cuando llegan los cuates por una tacha más o una línea más, ofrecen a la hija. Ahí hay trata. Esas son cifras que no llegan”, puntualizó.

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