Jóvenes Mexicanos apoyan la migración de estudiantes sirios a través del proyecto Habesha. Hasta ahora han logrado el traslado de 13 estudiantes, uno de ellos a una universidad queretana.
Cristina Blumencrón, junto con sus compañeras Michel Quiñones y Margot, dicen que son sociedad civil y con el proyecto Habesha, que no tiene filiación política alguna y ni fines de lucro, busca traer a 30 jóvenes estudiantes de Siria a México debido a la guerra que ya cumple ocho años.
“Nosotros los traemos, nos encargamos de los visados, y una vez que están aquí les enseñamos español, los regularizamos en matemáticas, les enseñamos historia de México, y ya que acaban ese periodo de integración (de seis meses a un año) los mandamos a alguna de las universidades con las cuales tenemos convenio”, explica.
Indica que todo ello se hace para que, una vez que haya paz en Siria, ellos tengan las herramientas necesarias para contribuir en la reconstrucción de su país.
Señala que lleva tres años en el proyecto, siempre de manera voluntaria, pues conoció al líder de esta iniciativa, quien convivió con refugiados sirios, viendo que tenían preparación académica, pero que por la guerra vieron truncada su educación.
El equipo del proyecto Habasha está conformado por voluntarios y personal del Servicio Exterior Mexicano, que les ayuda y facilita algunos trámites. Nadie, dice, lucra con este trabajo, que hasta la fecha ha logrado traer a 13 estudiantes sirios a distintas universidades mexicanas. Actualmente sólo dos están en el proceso de integración, en mayo recibirán al décimocuarto estudiante, de nombre Omar.
“Tenemos un sistema de selección, ellos vienen recomendados por alguna organización internacional o por alguna universidad. Además tienen que hacer una carta de motivos y tener una carta de recomendación.
“ Luego hacemos una entrevista y ahí empezamos a conocer su historia y si tiene interés por estudiar, para que tengan herramientas para regresar a Siria y participar en su reconstrucción”, puntualiza.
