El tranvía se acerca lentamente a su base de la calle de Corregidora, frente al jardín del mismo nombre que recuerda a la heroína de la Independencia. Se detiene y bajan los turistas que por una hora escucharon las anécdotas de la historia queretana, contadas por Tamara González y con Juan Jesús López al volante.

Con amabilidad, Tamara y Juan despiden a los paseantes que visitan la ciudad de Querétaro. El chofer señala que apenas tiene un año manejando este transporte turístico, aunque desde los 17 años de edad se dedicaba al transporte público, pero en otros rubros.

“Tenía taxi, luego Taxibuses y ahora con los compañeros de turismo, Querebús”, indica, al tiempo que apunta que entró a trabajar en los tranvías porque le llamaba la atención trabajar con turistas extranjeros y nacionales.

“Luego, luego se ve cuando les agrada [a los paseantes], sobre todo con los compañeros que traemos de guías, que les dan una buena instrucción, una buena explicación de las leyendas, además de la conducción del tranvía, pues aunque felicitan a los compañeros guías, también nos reparten algunos saludos a nosotros”, señala.

Dice que el tranvía es un servicio de rapidez, ya que se lleva un itinerario, una rutina y hay que conservar la velocidad. Apunta que viernes, sábado y domingo son los días con mayor demanda de servicio, mientras que el resto de la semana disminuye el flujo de paseantes y pueden comenzar a trabajar a las 10:00 horas.

Cuestión aparte es la temporada de vacaciones, pues inician recorridos a las 9:00 horas y terminan hasta las 19:00 e incluso a las 22:00 horas.

No sólo brindan servicio a turistas, hay empresas que quieren recorridos para sus empleados o en algunos hoteles también se presta el servicio, cuando cumplen el cupo.

Los tranvías forman parte del paisaje cotidiano de Querétaro. Se les ve circulando lentamente por el Centro Histórico, con turistas que disfrutan de los sitios más atractivos de la capital.

Precisa que aunque la mayoría de los paseantes son respetuosos, no llegan a faltar quienes, con algunos “tragos encima”, se ponen irrespetuosos y hay que conminarlos a descender de la unidad, para no incomodar a los demás.

Tamara escucha con atención a su compañero. Ella como guía es quien tiene más trato con la gente, actividad que le llena de satisfacción.

“Me encanta el trato con la gente. Me encanta enseñarle lo lindo de nuestra ciudad, lo bonito de nuestro país, su cultura, sus tradiciones, su historia. Sobre todo que la gente vaya con ese conocimiento y esa diversión de haberse subido al tranvía, que es el objetivo: diversión y cultura”, asevera.

Apasionada del arte y la cultura, encontró en este trabajo el lugar ideal para vivirlos al máximo, divulgando la historia y sembrando una semilla de curiosidad por el conocimiento.

Recuerda la visita de un grupo de turistas de Guadalajara, Jalisco, en donde una mujer quería conocer varios lugares históricos y que en pleno recorrido, con el tema de la Independencia de México, recitó una poesía que le había enseñado su maestra en la escuela.

“Fue sensacional. Todos bajamos con la piel chinita y todos muy emocionados y muy agradecidos. Ha sido de los momentos más bonitos que he vivido en el tranvía”, sostiene.

Sin embargo, no todo siempre marcha “sobre rieles”, pues también han tenido experiencias desagradables; en una ocasión les arrojaron un extinguidor al interior de la unidad.

“Fue algo muy triste, ver que ese tipo de cosas pasen en la ciudad. Hubo una denuncia, pero no llegó la policía. No se pudo detener a esa persona, dejaron el extinguidor por ahí, y la gente pasó un mal momento”, añade.

Regresando a los buenas anécdotas, recuerda que en una ocasión dieron recorrido al ex jugador de futbol Jared Borguetti, pero no lo reconoció hasta que descendieron y la gente comenzó a pedirle autógrafos y fotografías.

Los turistas pueden estar seguros que los datos que les brindan en el tranvía son auténticos, ya que se tienen que documentar de manera apropiada y además reciben capacitación.

Conductor y guía vuelven a su trabajo. Los turistas esperan su turno para un paseo por la historia.

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