El Ministerio Público de la Federación desistió de sus acusaciones en contra de Luis Alberto López López, quien aportó datos para continuar la investigación por presunto lavado de dinero en la compra-venta de una nave industrial que habría beneficiado a Ricardo Anaya Cortés, candidato a la Presidencia de la República.

Luis Alberto López era chofer del empresario Manuel Barreiro, y por la relación de confianza, éste le pidió firmara una serie de documentos que permitieron la constitución de la empresa Manhattan Masterplan Development, la que compró en 54 millones de pesos una nave industrial a Juniserra, la empresa de Anaya.

Este martes, en audiencia desahogada en el Centro de Justicia del Poder Judicial de la Federación en Querétaro, la jueza de la causa (Nancy de los Santos Álvarez) declaró sobreseído el caso, es decir, suspendió la acusación en contra del colaborador de Barreiro luego del desistimiento de la parte acusadora.

Durante el desahogo de la audiencia, los fiscales de la PGR explicaron que Luis Alberto López, como un favor a su jefe (Barreiro) firmó documentos que permitieron el nacimiento de la empresa Manhattan, la cual está definida como “fantasma” por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

“Mi cliente sí accedió a firmar ciertos documentos pero fue un favor personal para su jefe que le instruyó a firmar unos documentos, él aceptó ser su prestanombres, mi cliente jamás pagó ni nunca celebró una compra-venta ni con Juniserra ni con Donino Martínez Diez (suegro de Anaya) , ya que a mi cliente sólo le ponían los documentos para firmarlos”, explicó Patricio Kegel Jacob, abogado defensor de Alberto López.

Triangulación de recursos.

En la audiencia, se explicó que en 2007, Ricardo Anaya -quien era secretario particular del gobernador Francisco Garrido- dio información privilegiada a Barreiro para que pudiera comprar un predio baldío enajenado por el estado.

La empresa Tyson, propiedad de Barreiro, compró el terreno —ubicado en el municipio de El Marqués— que dividió en tres lotes; uno de esos lotes —el número 82— fue adquirido por Juniserra por 11 millones de pesos, en el sitio se edificó una nave industrial que después se vendió a Manhattan por 54 millones de pesos.

El Ministerio Público y la víctima del caso —la Unidad de Inteligencia Financiera de la SHCP— desistieron de cualquier acción legal en contra de López al determinar que no actuó con dolo, ni maquinó la triangulación de recursos y tampoco se benefició económicamente de dicha transacción.

Además, alcanzó acuerdos reparatorios para poner a disposición de la SHCP el inmueble en cuestión, la nave industrial ubicada en la carretera estatal 431 kilómetro 2+200 en Hacienda La Machorra en El Marqués.

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