El avance de la ciencia médica ha permitido que cada día más personas confíen en la eficacia de los medicamentos avalados por reconocidos laboratorios, pero en San Juan del Río numerosos habitantes siguen confiando en los remedios naturales y fórmulas que se ofrecen en la Botica de Jesús.

“Los espíritus” para tratar los espantos y la indigestión, “pan puerco” para el empacho, polvos de bismuto para malestares estomacales; son algunos de los muchos remedios que aún se encuentran en este establecimiento y que son elaborados por quienes antiguamente se les identificaba como boticarios, aseguró Natalia Chávez, esposa de uno de los fundadores, quien a sus 83 años, junto con sus hijos, sigue atendiendo en el lugar.

En 1947 inició operaciones la Botica de Jesús, sus fundadores fueron Jesús y Cástulo Badillo Nieto, emprendedores de uno de los primeros negocios de su tipo en establecerse en el municipio de San Juan del Río.

Después de 70 años de iniciar operaciones, aún se pueden encontrar en este establecimiento tinturas, fórmulas oficinales y magistrales, se trata de medicamentos que tradicionalmente se preparan en las boticas por los farmacéuticos para tratar malestares específicos de quienes acuden a solicitar algún remedio.

Las lociones, píldoras y cápsulas tampoco pueden faltar en el repertorio de la botica.

Con el paso de los años, la industria farmacéutica fue creciendo en el municipio, por lo que los propietarios del antiguo negocio, decidieron no quedarse atrás e introducir medicamentos alópatas a este negocio, para que continuará prosperando sin dejar de ofrecer sus tradicionales remedios.

Ahora, operando bajo el nombre Farmacia Botica de Jesús, este establecimiento ubicado en el centro de la ciudad, sigue recibiendo a numerosas personas que además de buscar surtir sus recetas médicas saben que en este sitio encontrarán pomadas, aceites y esencias empleadas para curar algunos males y que forman parte de las costumbres de la ciudad.

Muchos de los que buscan estos productos aseguran que son más efectivos que los medicamentos de patente.

Tradición heredada

Doña Natalia asegura que los clientes que antiguamente acudían a comprar diversos productos, cuando su esposo Cástulo y su cuñado Jesús vivían, han heredado esta tradición a sus familias, cuyos integrantes se han convertido también en asiduos compradores de medicamentos y otras sustancias.

Matraces, vasos precipitados, pequeñas básculas y botellas de cristal obscuro permanecen en la parte trasera del negocio. Hasta el fondo se encuentra una fila de asistentes que recaban información en equipos de cómputo.

A los costados de los pequeños escritorios se encuentran apiladas diversas carpetas con las recetas para la preparación de ungüentos, esencias, fórmulas magistrales, aquellas que no requerían de receta para su prescripción, así como fórmulas oficinales, las que se elaboraban con base en prescripciones médicas.

Hasta el final del pequeño pasillo se encuentra doña Natalia, quien porta una bata blanca, al igual del resto de los que atienden este tradicional negocio. En su asiento se encuentran perlas de éter que siguen siendo empleadas para aliviar diversos malestares.

Convive lo viejo y lo moderno

La vitrina de la botica que antiguamente lucía diversos frascos con remedios y esencias, ahora exhibe productos de higiene personal y algunos medicamentos que se comercializan sin receta médica.

A espaldas de despachador se encuentran los medicamentos avalados por diversos laboratorios reconocidos.

Sin embargo, la mayoría de quienes acuden a esta farmacia, continúan solicitando remedios específicos o pidiendo se les recomiende algún producto para aliviar sus males o bien para mejorar su apariencia.

En el caso de las mujeres, muchas de ellas aún confían en las cremas y esencias que se elaboran desde hace 70 años.

Pomadas para el paño, cremas para el acné, agua de rosas, son algunos de los productos más buscados por el sector femenino.

Además de la elaboración de algunos de los remedios al interior de esta botica, en este negocio también se recurre a proveedores que durante años han proporcionado productos diversos, cuya eficacia la garantizan los propios usuarios con el uso que les han dado por décadas.

Esta botica aún cuenta con expertos en la elaboración de remedios, quienes han aprendido de las recetas que los fundadores heredaron.

Algunas fórmulas han sido mejoradas, otras se han dejado de emplear, porque los ingredientes dejaron de ser comercializados o fueron prohibidos por el sector salud.

Para los encargados de esta tradicional farmacia, el objetivo principal es garantizar la salud de sus clientes.

Jesús Badillo, cuñado de Natalia, fue quien trabajó con más ahínco en la botica, para dejar una basta lista de fórmulas probadas y avaladas por los consumidores de antaño.

Confían en permanencia de negocio

Doña Natalia comenta que a pese al surgimiento de farmacias, que se pensaba vendrían a suplir las boticas, su familia nunca pensó en cerrar su negocio, al contrario, ampliaron la gama de productos, incluyendo otros medicamentos.

El negocio, asegura, sigue estable porque quienes lo atienden ofrecen además un servicio de calidez, al escuchar los padecimientos de quienes acuden en busca de productos naturales o sustancias de cuya eficacia pueden dar fe cientos de personas.

Doña Natalia sale pocas veces al recibidor para atender a los clientes, dice que ahora es lenta y prefiere que otros le ayuden en esta labor.

Sin embargo, todos los días permanece al interior de la botica, atenta a la distribución de remedios la población solicita.

Por la tradición de este negocio y los años de servicio a favor de la salud de los sanjuanenses, la Botica de Jesús fue reconocida por la presidencia municipal, en el marco del aniversario de la declaratoria de ciudad.

Doña Natalia, quien recibió el reconocimiento, se hizo acompañar de sus nietos y sus hijas Rosa María, Lucila y Autora, quienes ahora le ayudan en la administración del negocio.

Hoy en día, no hay hogar mexicano en el que no se cuente con pomadas, cremas, o esencias elaboradas de manera tradicional. No hay tampoco ciudadano que no haya recurrido a algún remedio para aliviar dolores estomacales o males por sustos, como asegura doña Natalia, quien confía en la prevalencia de las boticas.

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