"Buenos días ¿Para pagar el refrendo?”, pregunta una mujer de mediana edad a la empleada de la Secretaría de Finanzas que está en la puerta del Auditorio Josefa Ortiz de Domínguez, “en esa fila, señora”, responde con amabilidad la mujer, mientras señala uno de los dos cajeros que se instalaron en el lugar para los queretanos que acuden a pagar ese impuesto de sus vehículos.

Ahí la fila es larga, el proceso llega a tardar unos minutos, pero a la mayoría de las personas se les hace sencillo. Abajo, en las cajas, las colas para pedir informes o pagar son más numerosas.

Como cada enero, la fecha para pagar impuestos llega. Los contribuyentes más responsables, o quienes prefieren evitar las largas filas cuando los descuentos que ofrecen las autoridades para cumplir con el deber de tributar están por fenecer, acuden desde los primeros días a pagar el refrendo vehicular u otros trámites, como multas por no verificar sus automóviles, reposición de tarjetas de circulación, altas y bajas de unidades, solicitud de placas, entre otros.

“El Josefa”, como se conoce coloquialmente al auditorio, alberga las oficinas y cajas de la Secretaría de Finanzas, donde los queretanos pueden acudir a pagar estos trámites, que por lo regular durante todo el año son solicitados por los contribuyentes.

Las filas de automóviles para ingresar al estacionamiento del auditorio son largas. El lugar está lleno por los ciudadanos que acuden, casi “devotamente” a pagar sus impuestos a principios de año.

Cajeros automáticos

Cuando por fin se ingresa al lugar, en la puerta que conduce a las oficinas, una empleada da informes a los contribuyentes. En la puerta, dos cajeros automáticos sirven para pagar el refrendo vehicular anual, de 526 pesos, los cuales se deben de llevar exactos, pues los aparatos no pueden dar cambio.

Abajo, el movimiento es más. Una fila para solicitar informes y asesoría, mientras que otra es para pagar las multas por no verificar en el periodo que correspondía de acuerdo al color del engomado o la terminación de la placa del coche.

En los cajeros automáticos el trámite es más rápido y sencillo. Apenas unos minutos son los que demoran los contribuyentes en cumplir con el mismo. Sólo basta con teclear el número de placa y un teléfono celular para obtener el monto de impuesto.

Luego de eso, el comprobante de pago es expedido por el aparato y listo, se cumplió. A menos que se tenga que hacer un trámite diferente, el proceso se concreta en menos de 10 minutos.

Llama la atención de los ciudadanos que contrario a otras fechas, el número de “coyotes”, aquellos que por una “corta lana” tramitan cualquier cosa, sea menor, quizá ahuyentados por la mayor presencia policial en el recinto.

Dos mujeres, quienes habían hecho fila por varios minutos, se retiran sin haber cumplido con el trámite que iban a hacer, ya que debían de cumplir con otros requisitos, pues su auto es nuevo en el estado.

Sin embargo, para Enrique Fuentes, hombre mayor, quien acompañado de su esposa acudió a pagar su refrendo, el proceso fue rápido, aunque se sorprendió que “la maquinita” no diera cambio, pues el excedente en el monto del pago sirve para recargar el teléfono celular, explica.

También apunta que lo único que no le dieron fue el engomado tradicional que se entregaba al momento de cumplir con el pago.

Trámite lento

Cipriano Zámano Ángeles, también adulto mayor, acude a pagar su refrendo, aunque en su caso no fue tan sencillo. Dice que antes de pagar en el cajero automático, a donde recibió ayuda del personal de Finanzas, lo “trajeron por donde quiera”.

Dice que en las oficinas, en el sótano del auditorio, tuvo que pasar por tres sitios diferentes y con dos personas más, para que al final lo mandaran al cajero automático y pagara el refrendo.

“Siempre acostumbro pagar pronto, estamos a 2. Ahorita también voy a pagar mi predial, porque luego está canija esta cosa”, indica. Don Cipriano, por ser adulto mayor (tiene 82 años) pagó sólo 263 pesos.

Comenta que quiso pagar en una tienda de conveniencia, pero le señalaron que debía de acudir a las oficinas en el auditorio Josefa Ortiz de Domínguez, para hacer de manera correcta el pago.

El proceso por el cual pasó don Cipriano no fue tan rápido. Señala que se encuentra un poco cansado de sus piernas, pues además padece diabetes, y todavía tiene que esperar a su yerno, quien lo llevará a pagar el impuesto predial.

Pago de otros impuestos

Dentro del mismo auditorio hay un módulo del municipio de Querétaro para recibir a los contribuyentes que vayan a pagar su impuesto predial, pero quizá por desconocimiento de su ubicación, hay muy pocas personas realizando el trámite en el lugar. Apenas dos personas realizan el proceso, y en pocos minutos salen del lugar.

Pagar el refrendo vehicular de automotores cuyo valor sea menor a los 400 mil pesos, se podrá hacer hasta el 31 de marzo, sin que se paguen multas o recargos.

Muchos queretanos prefieren, desde el segundo día del año, acudir a pagar su impuesto antes de que las colas para hacerlo sean mayores, evitando así tardar más tiempo en cumplir con esta obligación, para con calma también disfrutar de los tacos sudados que una mujer vende en una de las esquinas del Josefa.

Google News

TEMAS RELACIONADOS