El orgullo y la felicidad en el rostro de las y los jóvenes egresados de la primera generación de sobrecargos de vuelo formados en la Universidad Aeronáutica en Querétaro (UNAQ) es evidente. “Aquí, más que una generación somos una familia”, dice Eira Liliana Flores Gallegos, en representación de sus compañeros.

Un hangar de la universidad sirve como salón para la ceremonia de graduación. A un costado están los aviones que sirven para las prácticas de los estudiantes. El lugar luce lleno de los familiares de las y los 42 sobrecargos de vuelo que se gradúan.

Frente al presidium, los egresados, vestidos con conjuntos color azul marino, blusa o camisa blanca y mascada verde (ellas) y corbata (ellos), esperan el momento de recibir sus diplomas, fruto del esfuerzo por capacitarse y tener una profesión que tiene fama de ser divertida y bien remunerada.

Eira, en su discurso ante sus compañeros de generación (de la cual fue el mejor promedio), dice que “hoy compartimos esa alegría y esa satisfacción de haber logrado esa meta tan soñada que nos propusimos hace unos cuantos meses ¿Qué rápido pasa el tiempo, no creen? Hace unos meses era sólo el sueño ser sobrecargo de aviación, pero qué era lo que había detrás de todo eso: dedicación, mucha disciplina, un par de medias rotas, pies adoloridos, aprender a maquillarnos, y qué decir de la práctica de ditching, en la cual casi morimos de frío”.

Agrega que esta experiencia en la UNAQ les abrió las puertas a un mundo nuevo, que los hizo crecer y aprender, pues ahora saben cómo evacuar un avión en menos de 90 segundos, utilizar un equipo de emergencia, armar y formar toboganes, brindar un buen servicio, entre otras cosas.

En los rostros de los jóvenes se dibujan sonrisas, recordando las experiencias vividas, en los cuales se capacitaron para servir al público en las aerolíneas que los contraten en un futuro próximo.

“Este logro no sólo es de nosotros. Este logro lleva escrito nuestro nombre, pero también le pertenece a nuestros padres, a nuestra familia que ha estado apoyándonos en cada sueño, en cada meta, de principio a fin”, apunta la joven, mientras es observada por los familiares de sus compañeros y los propios. Algunos llevan sendos arreglos florales para sus jóvenes que egresan.

Entre otras autoridades civiles estuvo el alcalde de Colón, José Alejandro Ochoa Valencia, quien felicita a los egresados, aunque no está prevista su participación en el programa oficial y dice que no iba preparado, lee un discurso, donde les externa a los jóvenes que está más contento que ellos por este logro de la primera generación.

“Es un honor que me hayan considerado, porque hoy ustedes están haciendo historia. Vean cuánta gente está reunida en torno a la graduación de la primera generación de sobrecargos que da Querétaro para el mundo”, dice el edil.

También habla Rodrigo Vázquez, director general de la aerolínea Transportes Aéreos Regionales (TAR), quien expresa su beneplácito por la generación que se desarrolla profesionalmente, además de reconocer el trabajo de la UNAQ.

Anuncia que la empresa regalará un boleto de avión a cada uno de los jóvenes a cualquier destino a los que vuela TAR, lo que desata la ovación de los sobrecargos.

El rector de la UNAQ, Jorge Gutiérrez de Velasco Rodríguez, agradece la presencia de las autoridades. Destaca los primeros 10 años de existencia de la universidad, que desde su nacimiento ha roto paradigmas e innovar, al tiempo que se dice contento por recibir a alumnos, egresados y familiares.

La ceremonia llega a su fin. Los jóvenes posan para la foto oficial con sus maestros y autoridades, para luego buscar a sus familiares y amigos más cercanos, para compartir este momento especial antes de iniciar su vuelo en su nueva profesión.

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