El periodista de la fuente policiaca Abraham Hernández presentó una denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR) por el presunto atentado contra la libertad de expresión, cometido por policías de Corregidora, quienes le impidieron documentar una diligencia realizada por la corporación, cuyos elementos son servidores públicos.

El pasado 24 de enero, relató el reportero, acudió a una gasolinera en donde se llevaba a cabo una acción policiaca, situación que comenzó a documentar en video; sin embargo, un elemento de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal le pidió identificarse y procedió a una revisión.

“Al intentar documentar el hecho, desde una distancia prudente y sin interferir en sus labores, un policía cruzó la calle hasta donde me encontraba para decirme que no podía grabar; le mencioné que era reportero y me pidió que me identificara, accedí, pero al revisar mi credencial me dijo que estaba vencida [venció en diciembre del 2019] y que eso era motivo de una revisión corporal a mi persona”, explicó.

Hernández presentó el video de cuando el policía lo entrevistó y comenzó a revisarlo y le exigen que dé la espalda y ponga las manos en la nuca, además, le patean una pierna para iniciar la revisión.

Indicó que lo tuvieron en esa posición por cerca de 20 minutos, y manotearon su celular para evitar que siguiera grabando.

El reportero describió que el viernes 24 de enero, cerca de las 15:30 horas, llegó a la calle Antonio Acona, colonia Reforma Agraria, donde policías llevaban a cabo la inspección de un vehículo, así como a sus tripulantes.

El reportero comenzó a grabar el hecho, lo que motivó que un policía se acercara a él para pedirle su identificación “le volví a preguntar si el hecho de que una credencial esté vencida es causa para ser objeto de una revisión y me respondió que sí”.

“Le pedí que me dijera su motivo, nuevamente, mientras grababa y que con gusto cooperaría si él creía que estaba haciendo bien, pero llegó otro policía por la espalda y me puso contra la pared, continúe grabando hasta que se percató y me manoteó el celular”.

“Me realizaron la revisión corporal, me pateó en tres ocasiones, me pusieron las manos en la nuca, me hicieron entrelazar los dedos para después apretarlos y me mantuvieron ahí cerca de 20 minutos”, contó.

Explicó que su sometimiento duró hasta que los policías se retiraron de la gasolinera, por lo que no pudo documentar ni recopilar información sobre los motivos de su diligencia con los tripulantes del auto revisado.

“El acto realizado por los policías de Corregidora hacia mi persona fue en todo momento un atentado en contra de la libertad de expresión, un delito grave de carácter federal, sancionado en el Artículo 51 del Código Penal Federal, por lo que ya se procedió a levantar la denuncia”, dijo.

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