La Diócesis de Querétaro llama a las autoridades a aumentar la vigilancia en el Centro Histórico, luego de que se registró un robo en el templo de La Merced, que se localiza en esta zona de la ciudad.

El llamado lo efectuó Gustavo Licón Suárez, presidente de la Comisión Diocesana de la Pastoral Social, quien estimó que el que se efectuó la madrugada fue el cuarto o quinto robo cometido este año en contra de un recinto católico.

Alrededor de la 1:30 horas del miércoles, habitantes del Centro Histórico se percataron de los hechos, llamaron a la policía y alertaron a los dos sacerdotes que habitan el templo. También se presentó la denuncia correspondiente ante la Fiscalía.

Dos ladrones realizaron un boquete en el portón de madera del recinto, al que ingresaron, abrieron dos alcancías y se llevaron el dinero de las limosnas.

Más allá del monto sustraído, se cometió un hecho lamentable, pues los ladrones cometieron un delito en “la casa de Dios”.

“No se puede contabilizar cuánto tiene una alcancía, no podemos decir si fue mucho o si fue poco, hay que tomar en cuenta que estamos en tiempo de pandemia y la afluencia a los templos está muy reducida; sin embargo, haya sido poco o haya sido mucho, es un hecho que lamentamos”, comentó Licón Suárez.

Más que una situación que duele a la Iglesia, el robo es un mal social que lastima a todos como sociedad, añadió.

“Sí se han registrado (robos), no solamente en el Centro Histórico, en toda la diócesis, pero en lo que va del año hablamos de unos cuatro o cinco. Fuera uno o dos, siempre son lamentables… no tendría el dato concreto de cuántos”, dijo.

El llamado a las autoridades es que refuercen la seguridad en el Centro Histórico; a los sacerdotes, que robustezcan sus esquemas de seguridad; a los fieles, que es necesario protegerse entre todos.

“Creo que esto tiene que impulsarnos a todos, autoridades civiles y eclesiales, a poner mayor empeño. Una invitación a las autoridades civiles es a que redoblen esfuerzos en los rondines en este cuadro del Centro Histórico”.

Remarcó que en toda la diócesis es necesario buscar estrategias que lleven a la disminución de los hechos delictivos, sobre todo que cada templo y parroquia cuenten con elementos de seguridad, entre estos, cámaras de videovigilancia.

“La invitación al pueblo de Dios, a la ciudadanía, es a que estemos atentos; en cada templo o parroquia hay una estructura pastoral, por diferentes grupos, pues a cuidarnos, por el bien de todos. No solamente es un hecho que duele a la Iglesia, sino que es un mal social, que nos lastima a todos como sociedad”, insistió.

El INAH evaluará daños

El templo de La Merced está bajo el resguardo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), de tal forma que será esa instancia la encargada de evaluar el daño que se realizó al portón de madera de la iglesia, para posteriormente realizar las reparaciones.

Se trata de un templo que data de inicios del siglo XVI.

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