Todos quieren su pedacito de Juanga para llorarle.

En Parácuaro, los familiares piden que se respete el que, dicen, fue el último deseo del divo: ser enterrado junto a su madre. En Ciudad Juárez, el gobernador César Duarte ofreció convertir la casa de Juan Gabriel en museo para que ahí se depostien sus restos.

En la Ciudad de México, ante la falta de un ataúd sobre el cual llorar, los fans se reúnen fuera del Palacio de Bellas Artes para cantar “Amor eterno”.

Hasta ahora sólo dos cosas son seguras: que los restos de Juan Gabriel fueron cremados (según confirmó a EL UNIVERSAL Roberto Perea, director de Comunicación Social del Instituto Nacional de Bellas Artes) y que el sábado comenzarán los homenajes en Ciudad Juárez, informó la familia en un comunicado. En ese mismo texto se señala que se prepara un tributo a la carrera de Juan Gabriel en varios lugares y durante varias semanas.

Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno de la Ciudad de México, indicó que aunque las actividades están por definirse se tiene pensado hacer un homenaje.

Su último concierto. Mayela Orozco trabajó con Juan Gabriel durante 15 años y hasta su último concierto en Los Ángeles. Como su corista, siente un gran golpe porque había visto al cantante muy bailador, queriendo siempre complacer a sus seguidores.

“Aunque respetaba mucho su espacio y su momento de prepararse para los shows, el último día sí entré a su camerino a verlo, estaba muy contento e incluso se estaba carcajeando de algo que estaba platicando; me despedí de él porque teníamos libre el siguiente día y yo viajaba a Guadalajara para presentarme. Me dijo ‘claro que me acuerdo, qué bueno que no tenemos trabajo ese día mi’ja para que puedas ir’. Le respondí que quería su bendición o patada de la suerte, me tomó con sus manos de la cara y me dijo ‘a ti siempre te va a ir bien’. Eso fue lo último que hablé con él y me quedo con eso tatuado en el alma”, confió.

Las pláticas con él eran de cualquier cosa y afirma que nunca los vio por abajo del hombro sino al contrario, era muy sencillo. “Le gustaba la fruta, disfrutar los momentos con sus amigos, muchas veces estaba produciendo en su cabeza algo o se le ocurría una canción, un arreglo nuevo. Pensaba en seguir dando amor. No sé qué vaya a pasar, lo que sí sé es que se fue tranquilo, contento, amando a su gente cercana y lejana; lo que me tranquiliza es que al parecer no sufrió, ¿qué más puedo pedir en este momento? Si se fue así yo estoy tranquila”.

Google News

TEMAS RELACIONADOS