Los municipios de Pedro Escobedo, Ezequiel Montes, Querétaro, San Juan del Río y Tequisquiapan, son los puntos en los que se quedan a vivir aquellos migrantes que ven a México como un destino y no como zona de paso, advirtió Claudia León, encargada de vinculación e incidencia de la Estancia del Migrante de Tequisquiapan.

Consideró que en esos municipios se requieren programas para la regulación migratoria de las personas, porque muchos de los centroamericanos ya se quedaron a vivir y tienen familia, por lo que se necesitan políticas públicas que les den seguridad. Hoy, por su situación, son “invisibles” para la ley y para la autoridad.

La activista sostuvo que Querétaro y otras partes de México ya no son zonas de paso. Para algunos migrantes son sitios donde se quieren quedar a vivir, es decir, “ya no es sólo un lugar de tránsito, se empieza a convertir México en un lugar de destino, empiezan a haber personas que se van quedando, pero el mismo gobierno no tiene información al respecto, no hay cifras”.

Se estima que la Estancia del Migrante de Tequisquiapan brinda ayuda a unas 400 personas al mes, en su mayoría centroamericana, aunque la cifra es cambiante y algunos meses sube, otra temporada baja esa afluencia, de acuerdo con las propias decisiones de los migrantes. No se tienen datos de cuántos se quedan.

La situación política y económica en Estados Unidos no cambia la migración, porque “la gente sigue pasando, eso es un hecho que los gobiernos tienen que reconocer, a pesar de que la política migratoria sea mucho más rígida en el control, detención y deportación, pues la gente sigue pasando, eso no impide que decidan cruzar, es una cuestión de causa y efectos de lo que ocurre en Centroamérica”.

Lo que se debe reconocer, de acuerdo con Claudia León, es que México es un lugar de destino, pero “las autoridades fallan al reconocer esto” y Querétaro, al ser punto obligado de paso, resulta atractivo para ellos.

“Hay espacios donde empiezan a haber comunidades, familias que se empiezan a asentar y se encuentran en la completa irregularidad, porque llegan sin documentos, se establecen aquí y hay gente que tiene años viviendo sin ningún documento legal”, insistió.

Reiteró que el estado ya no es solo un lugar de paso porque ya se tienen asentamientos de familias y “el mismo Instituto Nacional de Migración lo sabe, su función debe de ser la regulación de las personas migrantes, no nada más la detención”.

Aunque es una exigencia que se generen esas políticas públicas para la regularización de los migrantes que ya viven en México, es un tema que casi no se toca entre las autoridades, mucho menos en el caso de Querétaro.

Citó los programas temporales de regularización que se instrumentaron en otras ocasiones para ayudar a quienes presentan ciertas características, como migrantes con hijos mexicanos.

El último de estos programas temporales de regularización se efectuó el año pasado y terminó en diciembre. De Querétaro no se sabe que existieran casos de regularización. Ni siquiera se difundió la información de que los migrantes tienen el derecho.

“Hay ciertos municipios, San Juan del Río, Ezequiel Montes, Pedro Escobedo, Tequisquiapan, en los que hay poblaciones migrantes y debería ser un trabajo del gobierno difundir y hacer que esa información llegue a la gente, ¿a qué se debe que no haya beneficiados? Pues habrá que preguntarle al Instituto Nacional de Migración y sus estadísticas”, aseguró Claudia León.

Para los activistas faltan políticas públicas, cifras exactas, programas de apoyo para regularizar la situación de quienes reúnen los requisitos.

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