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Los Ángeles.— El triunfo tapa muchas cosas, pero triunfo al fin. México inicia el año ganando 1-0 a Ecuador, con el gol 39 de Javier Hernández con el Tricolor, pero lo que queda pendiente es la falta de conjunto, que fue tapada con acciones individuales.
Dos hombres fueron las figuras de la Selección Nacional. Atrás, José de Jesús Corona, quien fue una muralla, deteniendo hasta un penalti, y adelante el ‘Chicharito’, el incansable Hernández, quien siempre que se pone de verde, aunque en esta ocasión fue de negro, se vuelve un asesino del área.
La Selección ‘europea’ tiene arraigada la idea de juego de Miguel Herrera, que sabe lo que hace, pero también debe aprender a saber cuándo es bueno arriesgar y cuándo no... Ayer la defensa estuvo por momentos demasiado sobrada, el medio campo intermitente y la delantera falta de ideas. Pero el triunfo ayuda para seguir trabajando.
Muchos oles, poco avance. El equipo mexicano comienza encantando a la tribuna, pero quien encanta del susto es Ecuador. La defensa nacional se regocija queriendo salir jugando. La primera vez falla Reyes, pero recompone Moreno. En la segunda falla Ayala y Corona tiene que hacer un gran lance, apenas iniciando el juego.
Ecuador sabe que por donde le duele a México es por izquierda, donde Layún se desentiende de ser lateral y se cree extremo. Deja solo a Hugo Ayala, quien ve cómo el lateral Paredes se para frente a Corona y Chuy vuelve a salvar.
México quiere. Tiene más el balón, pero no puede. Se llega a la banda, mas no hay lugar para centrar. Se busca por el otro lado, pero la defensa ecuatoriana reacciona de igual forma.
No se ve por dónde. Hasta que ‘Chicharito’ lo intenta. El desgarbado estilo de Javier Hernández lo hace pelear fuera del área. Cae, se desentienden de él, pero se levanta, roba la pelota, se mete al área y la manda al ángulo (13’). Es su gol 39, para empatar a Cuauhtémoc Blanco en segundo lugar de los cañoneros de la Selección.
El gol le da confianza a México. Guardado y Herrera se ponen a trabajar. ‘Chícharo’ va por el 40, pero Alexander Domínguez se lo quita. El juego se abre. Ecuador agobia. El físico y la potencia de los sudamericanos echa muy atrás al equipo mexicano, que sale a latigazos, a velocidad, pero cuando se posiciona, termina las jugadas.
Javier Hernández trae ganas, siempre las trae, pero la diferencia es que ahora sí le dan el balón. Todos lo buscan y él busca a todos. Y atrás, Corona tapa la tercera, esta vez en mano a mano contra Jefferson Montero.
México baja el ritmo en la segunda mitad, pero sigue con los pecados de la primera, perdiendo balones.
Hasta que llega el error. El ímpetu de Layún cobra consecuencias y desprotege su sector, por ahí, vía pared, entra Mena y Diego Reyes lo choca con el hombro. Se marca penalti, y es que el árbitro es de Belice. Bolaños se para como verdugo, pero Corona sale avante. El penalti amarra el juego. México se vuelca al frente y Ecuador se desanima. Miguel Herrera hace cambios. Güemez, Jiménez y se da tiempo para el debut del ‘alemán’ Jürgen Damm.
Se pita el final. Las 84 mil personas que acudieron al Memorial Coliseum salieron contentas, aunque falta mucho por corregir.
