Comenzó creando la maqueta de un nacimiento para su casa y hoy Tere Cisneros está en espera de que se consolide el proyecto de un museo en Tequisquiapan para exhibir, de forma permanente, sus miniaturas sobre las tradiciones mexicanas.

Son 165 escenas con 500 personajes en miniatura, diseñados por Tere Cisneros entre las que se aprecia la recreación de baile de huapango, un circo, una feria, un puesto de carnitas y otras actividades cotidianas de México.

“Los niños se van muy entusiasmados y las personas mayores hasta lloran porque se acuerdan de su niñez, de cosas que vivieron y que ya no se hacen. Creo que sí vale mucho la pena, sobre todo para que los niños tengan su identidad bien firme. Muchas tradiciones se pierden porque los niños no las conocen y yo les digo que son un tesoro”, explica emocionada la creadora del universo mexicano en pequeño.

La maqueta ocupa 30 metros cuadrados del primer piso del acceso D del Centro Cultural Manuel Gómez Morín, en donde se exhibe desde hace un año y 10 meses y ha tenido la visita de más 40 mil personas.

En el 2008, con el objetivo de mostrar a los niños las costumbres que se viven en diferentes lugares del país, inició la creación de ¡México está de fiesta! Su primera exposición se realizó en el Museo Regional en 2009 y después en la Presidencia Municipal y en la Galería Libertad.

El proyecto de las maquetas hoy en día continúa y continuará creciendo, una tortería, una pastelería y un taller mecánico son las nuevas escenas que se unirán, por tal motivo se necesita de un espacio en donde se pueda exponer de forma permanente.

Con el apoyo del municipio de Tequisquiapan, Tere Cisneros espera que sus maquetas tengan su propio museo que llevará el nombre de ¡México me encanta!, en donde también habrá una tienda de miniaturas, un restaurante con muebles y comida en miniatura, para los niños que lo visiten.

Una fabrica de quesos y una de vinos, son otras de las escenas que se unirán a la maqueta, una vez que el museo se abra en Tequisquiapan, para que los visitantes identifiquen el trabajo que se realiza en el municipio.

El proceso

La elaboración de un trabajo como el de Tere lleva varios días, se corta madera, unicel, tela, cable y otros materiales para crear el escenario. Además, hay que diseñar los personajes con accesorios.

Tere visita los mercados y las tiendas de manualidades para buscar piezas que complementen su trabajo, pero si no encuentra la pieza que busca, ella la diseña. “Es mucho trabajo, pero es muy divertido porque es una riqueza interminable la que tenemos en México”, reconoce. Algunos de los personajes que forman parte de las maquetas existen en la vida real, como don Shinda, un artesano de juguetes que vive en Celaya, Guanajuato y que ayudó a Tere con sus primeras piezas de madera.

Tere divide su tiempo entre las maquetas y la música, pues es maestra de piano, su esposo, José Isidro Luna, es cantante y su hija, Adriana Luna, es pintora y participó en el proyecto “Id’s Identidades, arte en barricas”, que se exhibe actualmente en la Feria Nacional del Queso y el Vino en Tequisquiapan.

Y aunque no existe una vena familiar que la una a Tequisquiapan, Tere está dispuesta a radicar en aquél municipio en cuanto abra el museo. Asimismo, planea dar talleres para que la gente cree sus propias maquetas.

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