Con una fuerte convicción por ayudar, y desde hace 11 años, la madre Mary Jane Ranek, de 68 años, quien es directora del Centro Catalina, en compañía de dos religiosas provenientes de Estados Unidos, ha logrado reunir a más de 60 niños de raíces otomíes originarios de Amealco, para ofrecerles una mejor calidad de vida.
Consciente del grave problema de pobreza de la zona, pero sin caer en el paternalismo, la madre Mary Jane, proporciona apoyos educativos, médicos y alimenticios, además de brindar ayuda para evitar el alcoholismo y el alto grado de machismo entre los hombres en la comunidad de San Ildefonso, que se distingue por sus tradiciones, tanto religiosas, como culturales muy arraigadas.
Con un nuevo y amplio inmueble, ubicado en dicha localidad, recibe todos los días a los pequeños de nivel básico, para dar clases de computación, de regularización, de ingles, historia y religión, además de ofrecerles un alimento mientras permanecen en el centro.
El objetivo principal del Centro Catalina, dice la madre Mary, es que los pequeños y sus familias salgan de la pobreza intelectual a través del conocimiento.
La religiosa, con carrera de música y liturgia, recibe el apoyo de su comunidad religiosa, en Estados Unidos y México,
