El obispo de Querétaro, monseñor Faustino Armendáriz Jiménez, aseguró que la Navidad es tiempo de fraternidad, de convivencia, de unión en las familias y de reconciliación, en donde el mejor regalo es Jesús.

De igual forma, el obispo exhortó a transmitir ayuda a los más necesitados, a los pobres que aún con sus carencias y con la falta de recursos, son los más sensibles a necesitar de Dios, con el amor que les da su fe.

“El mejor regalo es Jesús, pero sin duda, también es tiempo de fraternidad, de convivencia, de unión en las familias; esperamos que este tiempo de Navidad sea un pretexto para la reconciliación de quienes están peleados, de los que tienen un pleito incluso familiar”, comentó monseñor Armendáriz Jiménez.

El religioso pidió a los católicos queretanos estar alegres en esta temporada, y aseguró que la Iglesia no tiene refugio para las personas tristes, ya que la intención de ésta es impulsar la alegría, la cual proviene de Jesucristo.

“El que ha vivido la experiencia de Dios puede experimentar este gozo y la esperanza para seguir adelante en la vida. Hay quienes batallan más en la vida, los más pobres, aquellos que no tienen muchas cosas, pero tienen mucho corazón, por eso, esta Navidad es un tiempo para Dios”, aseveró el obispo de Querétaro.

Monseñor llama a la alegría

Asimismo, y al ser este 24 de diciembre Nochebuena y el miércoles 25 Navidad, monseñor Armendáriz Jiménez invitó a la feligresía a alegrarse por el nacimiento del Salvador, quien desde el cielo bajo para traer la paz entre los hombres.

“Muy queridos hermanos y hermanas de esta amada Iglesia, nos disponemos a vivir juntos, pastores y fieles, con sentimientos de profunda alegría, esta fiesta de la Natividad del Señor y quisiera, movido por esta honda alegría, invitarlos a que volvamos nuestros ojos a la gruta de Belén y contemplemos al niño que es nuestra salvación, la fuente de nuestra alegría y manantial de la paz que tanta falta hace a México, al mundo, a nuestros hogares y, sin duda, a nuestro corazón”, afirmó.

Pide abrir el alma

El obispo Armendáriz Jiménez lanzó un llamado a todos los creyentes de la entidad para que abran el alma y dejen entrar Dios en sus vidas, a contemplar y adorar a Jesús vivo y presente en la Eucaristía, ya que detalló, ningún camino que se emprenda valdrá la pena si no se termina en Jesús.

“El niño Dios nos ha nacido y no hay lugar para la tristeza, la vida que acaba de nacer nos infunda la alegría prometida. Ninguno de nosotros puede sentirse alejado de participar en semejante gozo; a todos nosotros es común este gusto porque de la encarnación del hijo de Dios nace para todos nosotros como un río incontenible la alegría de estas fiestas navideñas. Nos unimos a los cantos jubilosos que inundaran nuestras casas, las calles, trabajos y negocios, porque son días de Navidad y el amor está entre nosotros hasta el fin de los tiempos”.

Obispo manda mensaje de paz

El sacerdote mandó el mensaje de que con el nacimiento de Jesús en medio de los hombres, el mundo ya no es un lugar oscuro para nadie, ya que quien busca amor sabe dónde encontrarlo, en Jesús, quien nació para el mundo, descendiendo la paz y capaz de pacificar y comunicarlo, afirmó.

“Pues bien, hermanos, ya lo sabemos, que sólo Jesús nos da alegría y sólo de Jesús puede venir la paz. Dejemos que en este tiempo de Navidad, el Señor nos dé su paz..., este día que meditamos, agradezcamos a Dios su deseo de bajarse hasta nosotros para hacerse entender y querer, pues se ha hecho un Dios vulnerable y necesitado de nuestro amor en este feliz nacimiento”.

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