Además del estrés hídrico al que está sometida la capital, se encuentran las pérdidas de agua por las tuberías en mal estado, que representan mil 350 litros por segundo, 50 millones de metros cúbicos al año, cantidad mayor a la que se trae anualmente del Acueducto II, que es de 47 millones de metros cúbicos, dijo el presidente del Observatorio Ciudadano del Agua, Enrique Uribarren Castro.

“Cada día que va pasando sin que hagamos esta recuperación de la infraestructura —que nos permita abatir las fugas— perdemos mucha agua. Estamos dejando ir un torrente de agua de alrededor de mil 350 litros por segundo, 24 horas al día, 365 día del año y que se nos van en fugas”, indicó.

Señaló que la creencia de que esa agua recarga los mantos freáticos es falsa, pues el líquido que se pierde en la actualidad, por las características que presenta el suelo queretano, un litro de agua que se vierta hoy, llegará al manto freático dentro de 250 años.

Por ello, continuó, se hace esencial arreglar las fugas del sistema, pero se hace inviable por la cartera vencida que tiene la Comisión Estatal de Aguas (CEA).

“Nos pone a pensar en problemas (futuros) de abastecimiento muy importantes. Tenemos una ciudad que crece de manera importante. El crecimiento tiene que ir aparejado con el crecimiento de la infraestructura hídrica. En esta nueva zona de la ciudad sí tendremos tuberías sin fugas, pero donde se conecta tienes una serie de tuberías que presentan fugas”, agregó.

Uribarren Castro explicó que dependiendo de la zona del estado que se trate, se tienen que plantear estrategias diferenciadas, pues las condiciones son particulares; por ejemplo, para la Sierra Gorda o San Juan del Río.

Resaltó que la contaminación de los mantos freáticos de San Juan del Río, que por muchos años se creyó era por culpa de la industria radicada en ese municipio, es una idea falsa, y se debe más a la población de la localidad.

“La contaminación de los mantos freáticos no es por la industria de San Juan del Río. Si hay una industria responsable es una papelera, que tiene dos plantas tratadoras. Tiene un tratamiento primario y otro secundario. Toda el agua de esa papelera se utiliza en el distrito de riego 023. Todas las cosechas se riegan con esa agua, que cumple con la calidad”, acotó.

Precisó que hay tres empresas, de cinco a nivel nacional, que están instaladas en San Juan del Río y que cuentan con el certificado de calidad del agua, que son Kimberly, Kaltex y Ponderosa, agua tan limpia, agregó, que es apta para la vida acuática. “Es un mito que la industria de San Juan del Río sea contaminante. El gran contaminante del río San Juan, y por lo tanto de los mantos freáticos, es la población de San Juan del Río”, a pesar de que hay plantas de tratamiento, pero a las cuales no se les ha dado el mantenimiento adecuado.

El presidente del Observatorio Ciudadano del Agua puso como ejemplo la contaminación causada por actividades mínimas de los ciudadanos, como vaciar al drenaje los restos de tintes para el cabello y aceites de talleres mecánicos, que van a parar al río.

“Lo que tenemos que hacer es una fuerte inversión de recursos en mantenimiento y ampliación de las plantas residuales que se tienen”, puntualizó.

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