De visita por Querétaro, el padre Alejandro Solalinde Guerra dijo que existe un descuido por parte de las autoridades hacia grupos vulnerables en la comarca, como los jóvenes y las mujeres, pues los casos de violencia hacia ellos aún prevalecen en muchos partes del país, lo que aunado a los malos tratos que reciben los migrantes ha provocado una problemática social de la que El Bajío no está exenta.

El sacerdote católico, coordinador de la Pastoral de Movilidad Humana Pacífico Sur del Episcopado Mexicano, llamó a no perder de vista que se está en un momento de transición, “de crisis, de metamorfosis, porque hay una lucha de vivir con dignidad”, y aseguró que los migrantes son más hábiles, porque más que la imagen de si son víctimas o no, son los “agentes de cambio más importantes que pueda haber”.

“Ahí están, fraguando, madurando, una gran transformación, que no lo vemos ahora. Ellos están siendo los pioneros de una nueva era, una nueva sociedad, una nueva ética, una nueva fe”, subrayó el también director del albergue Hermanos en el Camino.

Solalinde Guerra criticó el operativo Frontera Sur, porque no reduce los tratos denigrantes contra los migrantes en México, pues aun cuando esta herramienta integrada por las distintas corporaciones policiacas federales y estatales para detener la trata de personas, extorsión, robo y homicidio contra migrantes está vigente, también lo está el abuso contra los más vulnerados.

“El operativo Frontera Sur no reduce los malos tratos contra los migrantes en el país, sino que se mantienen”, afirmó al hablar en la Semana de Diversidad Sexual, en el Teatro Rosalío Solano, y acotar que no es el Instituto Nacional de Migración (INM) el culpable, “sino el sistema, que no ha sido capaz de ser sensible hacia los problemas humanitarios que están alrededor del fenómeno migratorio”.

Deportación agrava el problema

Solalinde Guerra añadió que acciones como detener a los migrantes y deportarlos a sus países de origen sólo agrava el problema, pues no se respetan las garantías individuales de los migrantes que cruzan por el país en su camino a Estados Unidos.

De la misma manera, habló sobre la falta de oportunidades en el sistema, pues las crisis recurrentes no permiten absorber a la cantidad de egresados de las universidades, para dar empleo a los jóvenes que tienen talento y que no pueden desarrollarlo, por lo que pidió un cambio social radical, para cambiar estos problemas.

Agregó que México no sólo es lugar de paso, pues muchos ya ven al país como un lugar de destino de la migración, mientras que otros siguen rumbo a Estados Unidos.

El sacerdote Solalinde, quien ha sufrido persecución política por su labor, dijo que los latinoamericanos son agentes de cambio en Estados Unidos, durante la conferencia magistral “Las problemáticas sobre discriminación, abuso y violencia sexual en población migrante”. Ahí, también señaló que la pobreza y la falta de oportunidades no sólo orilla al fenómeno de migración, sino también a tener migrantes “piratas”.

Al ser cuestionado sobre esta problemática que se presenta en algunas zonas de la ciudad de Querétaro, dijo que “no hay pobres piratas, porque son resultado de un sistema de exportación y no importa si son de aquí o son de allá”.

Dijo que este gobierno ha abandonado a sectores importantes como jóvenes y mujeres, los cuales, destacó, podrían cambiar al país si se pudieran coordinar en una acción estratégica, para darle una lección al gobierno.

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