Corregidora

Emanuel Sánchez Sánchez luce feliz con el apoyo que acaba de recibir. Podrá poner su piso firme a dos habitaciones de su vivienda, donde vive con su esposa y sus dos hijos. El hombre, dedicado a la construcción, toma la pala y hace un poco de mezcla. Su casa, en la colonia 20 de Enero, en el municipio de Corregidora, fue una beneficiada en el arranque del programa “Mejoramiento de Vivienda”.

La mayoría de los funcionarios se han ido. El acto protocolario concluyó y Emanuel, hace la mezcla de manera tranquila, pausadamente. Trabaja solo, pues sus hijos, Carlos Manuel y Ángel David, aún son muy chicos.

De pronto, un grupo de hombres, vecinos de lugar, acuden a ayudarlo. Entre cuatro hombres hacen la mezcla con el material que se encuentra en el patio de la vivienda de Emanuel, donde también está el lavadero que usa su esposa, María Herlinda González Martínez, y el tinaco del agua.

Otros hombres hacen una cadena, para pasarse los botes llenos de mezcla, mientras Emanuel va dando forma a su piso firme. Una mujer también toma parte en los trabajos. Pala en mano, hace la mezcla, ante la mirada de sus amigas, a quienes invita también a trabajar. “No se queden viendo. Vengan a ayudar”, les dice, a lo que las mujeres responden con carcajadas.

El trabajo en el patio de Emanuel no para. La mezcla poco a poco desaparece. Los hombres preguntan donde han más material, ya están “picados” y seguirán trabajando hasta terminar el piso en las dos habitaciones de la vivienda de Emanuel.

El hombre explica que se enteraron de los apoyos que brinda el municipio a través del comité de su colonia, quien los invitó a inscribirse, pues sabía de antemano que tenía necesidad de tener un piso de cemento, en lugar de tepetate.

“Fuimos a visitarlos en el CAM y nos fueron haciendo el estudio socioeconómico y ahí fue saliendo el apoyo, gracias a Dios. Ya tuvimos lo que es el piso, y estamos esperando el techo también”, apunta Emanuel, quien explica que todos los trámites demoraron tres meses.

Las habitaciones que serán cubiertas con el nuevo piso suman alrededor de 40 metros cuadrados, donde podrán vivir los cuatro integrantes de su familia. La mano de obra la pondrá él, como trabajador de la construcción.

Apunta que llegaron a la colonia 20 de Enero hace seis años, pagando poco a poco su terreno, y construyendo también poco a poco su vivienda, ubicada en una parte alta, desde donde la vista de Querétaro y Corregidora es privilegiada.

“Este terrenito lo fui comprando en pagos, como se venden los terrenos aquí. Así me hice de este terreno, y la casita que está hecha, la hice con mi sueldo semanal, poco a poco, de a cinco, 10 tabiquitos que iba comprado, pero luego se fue complicando la situación, todo está caro y no he podido avanzar, está complicado, pero con este apoyo nos daremos un levantón.

Vamos a vivir más cómodamente, ya ahorita tenemos el piso y sólo a esperar la losa, que ya es un hecho, y vamos a vivir mejor”, indica.

María Herlinda, mientras escucha hablar a su marido, no puede evitar sonreír. La joven mujer se ve feliz por este apoyo que recibieron por parte de las autoridades de Corregidora. Sus ojos brillan, en su rostro hay una sonrisa. Está contenta.

Explica que cuando les dijeron que les iban a apoyar a mejorar su vivienda, se puso “muy contenta, Dije: por fin”.

Jerónimo Pérez Monroy también fue beneficiario de este programa, pero aún no recibe el apoyo, un tinaco para su casa. “De que llegó el tinaco llegó, porque me fueron a avisar a la casa, pero no me han entregado nada”, indica.

Hombre originario de Arroyo Seco, narra que dejó su tierra natal, debido a que una ocasión sufrió el robo con violencia de su camioneta. Unos sujetos los despojaron de su unidad a punta de pistola, lo que provocó que dejara su pueblo, vendiera la pequeña granja porcícola que tenía y emigrara a Querétaro.

Con el dinero de la venta de la granja, Jerónimo compró el terreno donde vive, en La Negreta. Hace seis años que vive aquí, y espera que pronto, en unos meses, su familia también vivirá con él, pues ellos permanecen en Arroyo Seco. Jerónimo trabaja como jornalero para unos ingenieros, a donde cuida la casa.

Toda la familia de Jerónimo, de 65 años, se vendrá a vivir a La Negreta, al menos su esposa y una hija y su nuera. Aquí todos tendrán que buscar trabajo para poder vivir.

Don Jerónimo busca al alcalde de Corregidora, Josué Guerrero Trápala, quien escucha la petición del hombre. Lo toma del hombro, lo escucha y da una respuesta.

Poco a poco la gente se comienza retirar del lugar. La calle vuelve a la normalidad, con sus casas en obra negra, las construcciones a medio terminar, y los niños corriendo de un lado a otro. Las vecinas se quedan a platicar unos momentos en la calle, algunas más empujan carreolas, mientras los funcionarios municipales se retiran.

En la casa de Emanuel ya está casi listo el piso. Ya se terminó uno de los cuartos. Los vecinos del joven padre de familia buscan más material para hacer la mezcla y concluir la obra. Hoy por Emanuel, mañana por ellos.

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