La Secretaría de Salud en el estado (Seseq) mantiene una alerta sanitaria preventiva por enfermedades relacionadas con malas prácticas en el manejo de residuos o presencia de fauna nociva, tal es el caso de la chinche hocicona o besucona, transmisora de la tripanosomiasis americana o enfermedad de Chagas.

El jefe del departamento de enfermedades transmisibles de la SESEQ, Antonio Juárez Piceno, informó que éste año no se han detectado casos positivos de Chagas, sin embargo el año pasado se reportaron dos, por lo que se emitió la alerta a todas las instituciones de salud en el estado.

“Se han detectado cero positivos en dos de tres pruebas que no tienen síntomas ni signos de insuficiencia cardíaca o de crecimiento de víscera o colon; el año pasado fueron dos, este todavía no tengo reporte”.

Explicó que la presencia de la chinche besucona en el territorio estatal fue detectada desde 2003, luego de la realización de estudios entomológicos en coordinación con la UNAM en distintas localidades. “Detectamos la chinche, en localidades de la jurisdicción 4, de la 3 y la 1, y ya se había hecho un protocolo, tenemos la chinche en localidades donde hay vivienda precaria, donde hay pocas o malas condiciones de higiene”.

Los casos positivos se detectaron en el estado a través del Centro Estatal de Transfusión Sanguínea, tras la realización de la prueba del tamizaje a donadores de sangre, ya que la mayoría de las veces la enfermedad de Chagas pasa inadvertida. La chinche, transmisora del parásito trypanosoma cruzi, entra a las viviendas normalmente de noche y se alimenta de animales domésticos o de las personas cuando están dormidas, dejando una roncha rojiza de 4 a 5 centímetros.

“Si la chinche está infectada va a eliminar por sus heces fecales el parásito trypanosoma, de esta manera entra al organismo el parásito y puede haber una fase aguda, puede haber fiebre y una roncha que se llama chagoma; en una o dos semanas el paciente puede mostrar signos de recuperación, sin embargo este parasito puede irse a través de la sangre”, advirtió. El parásito puede permanecer en el organismo por más de 20 años e invadir órganos vitales del cuerpo, corazón, vísceras y esófago y producir la dilatación e inflamación de los mismos, alertó.

De ahí la importancia en la participación las instituciones de la SESEQ, gobiernos municipales, sistemas DIF municipales, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) la Comisión Estatal del Agua (CEA), la Junta de Agua Potable y Alcantarillado Municipal (JAPAM), Usebeq y Cofepris, en la promoción de medidas preventivas.

Las autoridades estatales trabajan de manera coordinada con autoridades del IMSS e ISSSTE en una estrategia metodológica de comunicación de riesgos que se aplica en la comunidad de Charape de los Pelones, en Santa Rosa Jáuregui, donde realizaron el estudio sobre percepción del riesgo.

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