El aumento en las tasas afectará a las Pymes Queretanas al hacerles perder contratos con las empresas grandes, además de alejarlas más del financiamiento, explicó Juan Diego Gómez, encargado de la Comisión Pyme de la Coparmex Querétaro.

En días pasados, el Banco de México aumentó su tasa de interés a 7.5% para contener la inflación, presionando la alza al tipo de interés cobrado a empresas y personas físicas.

Dado que 94% de las empresas en México no tienen acceso a crédito, si suben las tasas de interés no se afecta directamente a las Pymes, explicó. Sin embargo, cuando se suben las tasas, las grandes empresas que sí tienen crédito dejan de invertir y comprar a las Pymes. Los proyectos que dejan de hacerse implican menos pedidos para las empresas o cancelación de los pedidos existentes.

Por otro lado, al subir las tasas de interés se vuelve menos rentable prestarle a las Pymes. Cuando el Banco de México sube las tasa los bancos ganan más. Esto sucede porque los bancos incrementan su tasa en mayor promoción al aumento del Banco de México.

Los bancos han ofrecido últimamente sus créditos hipotecarios con tasa variable, esperando la subida del Banco de México para subir sus tasas a los prestamistas. “Cobran mucho más de lo que a ellos les está costando y por eso es mucho mejor negocio”

Al hacerse más rentable el cobro de hipotecas o tarjetas de crédito, es menos rentable prestarle a las Pymes, aumentando su exclusión del financiamiento. Esto es negativo pues es el sector que se debería de desarrollar para fomentar las marcas locales y el empleo mejor pagado, dijo.

“Los bancos apoyan a las empresas extranjeras que ya están aquí, pero todos los proveedores locales que podrían generar marcas locales, están ahogados financieramente”, señala Gómez.

Pymes excluidas del crédito. Aunque Nacional Financiera (Nafinsa) tiene programas de cadenas productivas a favor de las Pymes es difícil que califiquen a los programas. Como el sistema financiero está diseñado para grandes empresas, el modelo de riesgo sólo puede ser acreditado por grandes corporaciones y gobiernos. Cuando las Pymes son evaluadas bajo ese modelo de riesgo no pasan, comentó.

Cuando los bancos van a otorgar un crédito, hacen una proyección de los ingresos que va a tener la empresa y lo contrastan contra el costo financiero. Al evaluar a las Pymes no conceden el crecimiento exponencial que pueden tener como emprendedores y las proyecciones bancarias son negativas. Cuando aumentan las tasas de interés las Pymes son peor evaluadas y se hace más difícil que adquieran un crédito.

Por otro lado, el costo operativo de acreditar a las Pymes es muy caro para los bancos. Si se toma en cuenta que el sueldo de los funcionarios del banco es alto y que se tienen metas elevadas de colocación de créditos, no es rentable dar créditos a las Pymes. Cuando los bancos tienen que elegir entre dedicarle tiempo a una Pyme para prestarle 300 mil pesos o dedicar tiempo para prestar a una gran empresa 30 millones, prefieren la segunda opción, explicó.

“Por estas razones, por más programas de impulso que tenga el gobierno, por las condiciones del sistema financiero las Pymes son excluidas”, señala Gómez.

La solución para aumentar la inclusión de las Pymes al mercado financiero pasa por el desarrollo tecnológico. Conforme los bancos desarrollen plataformas electrónicas de acceso al crédito y nuevos modelos de análisis de riesgo, las Pymes podrán obtener créditos más fácilmente.

“Si no se necesita un ejecutivo con sueldos de 30 mil pesos al mes analizando los esquemas de riesgo, será más fácil entregar créditos. Se podrá atender a las empresas de forma masiva con menor costo humano”, señaló.

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