Es sábado y la famosa resaca ataca después de una larga noche de fiesta. La opción perfecta para reponerte está más cerca de lo que crees: “La crudería”, un establecimiento especializado en platillos y bebidas que reaniman a cualquiera.

Hace más de ocho años, Carlos de la Isla, chef de profesión, se encontraba con un grupo de amigos que no podían ponerse de acuerdo acerca de a qué lugar acudir para desayunar: mientras unos querían chilaquiles, otros pedían tacos o menudo.

Fue en ese momento cuando se preguntó: “¿Por qué no existe un lugar en el que tengan todo disponible y cada quien elija su favorito?”, así nació “La Crudería”. Poco tiempo después, el 6 de febrero de 2009 abrió un local pequeño en la carretera a Tlacote.

Amistades de distintos estados de la República le comentaron ideas sobre los platillos que utilizan en cada región para aliviar la cruda. Poco a poco, éstos fueron incluidas en el menú, acompañados siempre de una deliciosa michelada tradicional.

Los comensales adoptaron el lugar como uno de sus favoritos, ya no iban únicamente los fines de semana, sino que —estudiantes especialmente— acudían a desayunar o a comer en sus horas libres.

A los dos años de su fundación se movieron a un local más amplio, en Avenida Constituyentes # 119, en la Col. Carretas. Al hacer este cambio, se incorporó Luis Adrián de la Isla, hermano y ahora también socio de Carlos.

“A lo largo del tiempo hemos ido puliendo el concepto, agregando o quitando platillos e incluso, ampliando el horario”, comentó el fundador de “La Crudería”.

Algunos de las opciones que ofrecen son las “guacamayas”, que es una especie de torta, que tiene como principal ingrediente crujiente chicharrón, salsa y puede ir acompañada de aguacate y queso panela, una receta originaria de León, Guanajuato. Por otra parte, para los que buscan algo más fresco, cuentan con una variedad de mariscos, provenientes de las costas de México.

Seguro se te pueden antojar unos taquitos estilo baja, con mariscos capeados, servidos sobre tortilla, acompañados de pepino, col y cebolla; un preparado originario de Baja California.

En cuanto a las bebidas, encontrarás una amplia carta de micheladas; desde la clásica salseada con la receta de la casa, hasta una preparada con camarones. Entre las destacadas está la gomiche, que es una bomba de azúcar, pues consiste en una michelada tradicional con un sinfín de gomitas.

Como recomendación del chef, no te puedes perder los chilaquiles, un platillo universal que puedes combinar con una michelada “Curacrudas”, que es una mezcla de chile serrano picado, sangrita y el preparado de una clásica.

“Curarse la cruda no debe ser más caro que la fiesta del día anterior, aquí ofrecemos calidad, sabor y precio”, concluyó Carlos.

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