Hace 26 años Luis Manuel Ramírez Muñoz llegó a la ciudad de Querétaro, para emprender el reto más importante de su carrera profesional: formar parte de la creación del Centro Nacional de Metrología (Cenam), instituto con referencia a nivel nacional e internacional en materia de mediciones, que se convirtió en su principal motivo para mudarse de la Ciudad de México.

Con 30 años dedicándose al estudio de la metrología y con aproximadamente 120 reconocimientos obtenidos a lo largo de su vida profesional, actualmente Luis Manuel es el responsable del Laboratorio de Pequeñas Masas del Cenam, que se encarga de diversas actividades relacionadas con la calibración de patrones y con sistemas de medida en pesas e instrumentos para pesar.

“Ya soy queretano. Querétaro me adoptó a mí”, dice Luis Manuel, quien llegó por primera vez en 1989, a los 28 años de edad; posteriormente, en 1993, se estableció junto con su esposa y tres hijos. Tiempo después nacería en este estado su cuarta hija, quien ya tiene 16 años.

Luis Manuel reconoce que el estudio de la metrología es un tema alejado y desconocido para la mayoría; no obstante, subraya que la aplicación práctica llega a toda población, pues: ¿Quién no ha medido algo durante su vida?

Explica que para entender la importancia de su trabajo es necesario cuestionarse cómo se crea una pesa o una báscula y qué hay detrás de estos instrumentos de medida, cuya creación se realiza con base en fórmulas matemáticas y experimentos físicos que conllevan mucho tiempo de fabricación.

Sus inicios en los estudios de la metrología se dieron tiempo después de egresar de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) como ingeniero mecánico y de ser personal administrativo en el Sistema Nacional de Calibración de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial (Secofi).

Menciona que en 1988 una oportunidad se presentó y trabajó en el laboratorio de metrología de la dependencia, en donde comenzó formarse y a entender la importancia de las mediciones, además de desarrollar un interés por la historia de esta rama.

“Al principio para mí fue muy difícil, porque se trataba completamente del uso y aplicación de las ciencias exactas, es decir, mediciones físicas, matemáticas, álgebra, etcétera. Todo lo que está relacionado con mediciones, está relacionado con magnitudes eléctricas, físicas o eléctricas […] El hecho de que sepas medir bien te da certidumbre en muchas cosas: en tu calidad de vida, tu forma de vivir, en el desarrollo del país, local, regional o nacional”, dice.

Además de los estudios de ingeniería en la UNAM, en 1991 y 1994, Luis Manuel obtuvo becas para especialidad en metrología de masa e instrumentos para pesar de la más alta exactitud y pasó una temporada en los laboratorios de las empresas Mettler Toledo, con sede en Greinfensse, Suiza, y en la empresa matriz Sartorius, en Göttingen Alemania.

Durante esta época, que coincide con algunos años posteriores a la caída del muro de Berlín y al proceso alemán de reunificación , Luis Manuel permaneció alrededor de un mes en cada uno de estos países europeos, para realizar una especialización en comparadores de alta exactitud y sensibilidad; esto lo convierte en un especialista para solucionar equipos de medición de características excepcionales.

En 1991, posterior a su primera estadía, continúa con el proyecto Cenam, asistiendo en la colocación de la primera piedra y, de nuevo, consigue la oportunidad de regresar a Alemania. En esta segunda ocasión se especializa en los laboratorios de metrología de Masa del Instituto Nacional de Metrología de la República Federal Alemana ò Physikalisch-Technische Bundesanstalt (PTB) y tiene la oportunidad de visitar la Universidad de Göttingen, que destaca en el mundo de la ciencia por albergar a personajes importantes en la historia mundial, como el estadista, matemático y físico Carl Friedrich Gauss.

Poca difusión sobre la ciencia

“El problema [en lo que hago] es que no tiene difusión. Cuando entras aquí, tienes la impresión que es otro mundo, inclusive empiezas a llenarte de incógnitas, de qué haces aquí y qué es esto. Pero aquí están y trabajan los mejores especialistas en materia de medición a nivel nacional con reconocimiento internacional y eso es lo que los hace ser especiales […] Hay que hacer presencia para que vean qué existimos”, dice Luis Manuel al interior del Laboratorio de Pequeñas Masas, una habitación de aproximadamente 40 metros cuadrados repleta de una diversidad de comparadores, patrones de medida y pesas.

Uno de ellos y de los que mayor valor histórico mantiene para el Cenam, según lo explica el también cronista en metrología, es un patrón de longitud Prototipo Nacional del Metro, que se fabricó en Francia hace más de 127 años; así como la Vara Mexicana, adquirida en 1846, que representa las unidades de medida establecidas según la Monarquía Española, de acuerdo con las proporciones del cuerpo del rey.

La mayoría de las mesas del laboratorio son de mármol, pues este material (que se da con cierta abundancia en el territorio queretano, en especial en Cadereyta de Montes) es el más de adecuado para evitar vibraciones y lograr la estabilidad de los comparadores de masa que se utilizan en la calibración de las pesas.

Sobre las mesas de mármol, hay numerosas pesas de diversos tamaños; algunas, por ejemplo, sólo son perceptibles a través de un equipo especializado, pues son más pequeñas que un alfiler y otras pueden llegar a pesar hasta 50 kilogramos. Justamente, una de estas será evaluada por el Cenam y después partirá a Corea y China; una más se enviará a los Institutos de metrología de Colombia y Ecuador.

Al llegar a este centro de investigación, en donde laboral alrededor de 350 personas y que se ubica en el kilómetro 4,5 de la carretera hacia los Cues, en el municipio de El Marqués, se tiene la impresión de que estás en otro mundo, dice Luis Manuel, mientras explica el tipo de trabajo que se realiza en estos laboratorios desconocidos para muchos.

La labor del área a su cargo es evaluar los patrones de medida de laboratorios secundarios y de algunos centros de investigación, que a su vez son utilizados para medir la calidad de diversos productos que ofertan empresas de diversos ramos, señala.

Alta competitividad internacional

Para Luis Manuel, trabajar en el Cenam implica una responsabilidad de alta competitividad de clase mundial, pues México se mantiene en una posición equivalente con respecto a países como Alemania, Estados Unidos, Canadá o diversos países asiáticos.

“Somos una referencia en Latino América y somos altamente competitivos a nivel internacional. Los mismos laboratorios que llevan muchísimos años, reconocen la capacidad técnica del equipo, el personal, las instalaciones y el conocimiento […] Nosotros hemos alcanzado a ser referencia técnica”, dice al mostrar una estadística que posiciona a México por encima que Estados Unidos y Canadá.

Después de 30 años de dedicarse a la metrología, el reto principal para él es mantenerse dentro de los estándares internacionales, pues su estudio implica una amplia confiabilidad en varios aspectos de la vida cotidiana, que contribuyen como apoyo técnico a laboratorios de calibración y servicios a la iniciativa privada.

“No se puede prever el futuro, pero después de 30 años en esto y con más de cien reconocimientos y constancias y todo eso, a lo largo de esos años he logrado progresar. Yo ya no tengo que aprender, al contrario, tengo que olvidar y a la gente que tengo a mi cargo le transmito mis ideas, mis experiencias y, sobre todo, algo muy importante, que logren ser especialistas, artesanos en el arte de medir; que sepan medir para solucionar problemas de la gente”.

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