La Reserva de la Biosfera Sierra Gorda tiene una extensión territorial de 400 mil hectáreas, siendo el corazón verde del centro del país y formando parte del biocorredor de la Sierra Madre Oriental.

Destacan dentro de ella 14 formas de vegetación, es la reserva más biodiversa de México. Cuenta con 22 mil hectáreas de bosque de encino y es una fuente importantísima de refugio para la fauna silvestre.

Roberto Pedraza Ruiz, del Grupo Ecológico Sierra Gorda, destaca la importancia de un proyecto que ha llevado años de estudio y, sobre todo, contribuye al cuidado de nuestra naturaleza.

“Esta zona es pionera en el mercado voluntario de carbono, además de que es el único modelo de este tipo en todo México, donde se consiguió su validación en el año de 2011, bajo estándares internacionales”, destaca el también fotógrafo de vida silvestre.

El Carbono Biodiverso consiste fundamentalmente en que los propietarios de bosques y selvas cuidan sus predios, sus bosques y por ello son compensados económicamente. Situación que ha cambiado la forma de pensar de los propios campesinos y ejidatarios, concientizándolos de la importancia que significa el hecho de que la Reserva de la Biosfera se convierte en un pulmón de oxígeno para América.

“Este proyecto involucra la protección y regeneración de los bosques. A cambio del pago de servicios ambientales. Los dueños se comprometen a vigilar sus predios, a combatir incendios forestales, a erradicar el pastoreo de ganado, la tala y la extracción de madera, además de la cacería y la extracción de flora y fauna silvestre”, dijo Roberto Pedraza, líder de este proyecto.

De la implementación de estas acciones, se deriva la regeneración de sus bosques y, por ende, el éxito de “captura de carbono”, de esta manera, especies endémicas o en peligro de extinción son beneficiadas de manera directa con la protección y restauración de su hábitat, como jaguares y pumas, salamandras, anfibios y otros mamíferos como venados, coatís, viejos de monte y diferentes aves. Por cada hectárea protegida se están capturando cinco toneladas de CO2 por año.

Este importante proyecto ha tenido resultados gracias a la confianza del Grupo Ecológico Sierra Gorda, que ha trabajado durante 26 años de historia y 15 años en el desarrollo de proyectos de carbono.

“Unidos en la lucha no nos moverán”, canta fuerte Pati Ruiz, quien mira lejos y al voltear atrás ha dejado generaciones que aprendieron a separar la basura y a reciclar, deja también gobiernos comprometidos con su tierra y sobre todo, deja el latido de un corazón del mundo que sigue generando vida.

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