Con la participación de 130 artesanos provenientes de los 18 municipios del estado, a partir del jueves y hasta el próximo domingo se presentará en Plaza Armas la Tercer Muestra Artesanal de Querétaro.

La exposición forma parte de las actividades que se desarrollarán en el marco del XI Encuentro de las Culturas Populares y los Pueblos Indígenas en Querétaro, informó, Fernanda Tapia Palomera, directora general de la Casa Queretana de las Artesanías, quien dijo que el objetivo es la unión de esfuerzos para demostrar la cultura y los trabajos artesanales que existen en la entidad.

“Está seccionada la feria en 45 carretas, 18 stands donde se representan las ramas artesanales más importantes con las que se cuenta Querétaro que incluyen: el bordado de Amealco, las figuras vegetales, los dulces, la parte gastronómica y la cantera. Nos reunimos al encuentro de las culturas populares e indígenas, para unir fuerzas; cultura y artesanía en una muestra para el turismo en donde se puede tener el contacto con los artistas del estado y promover nuestra cultura artesanal”.

Durante los cuatro días de la feria se pronostica una asistencia 5 mil personas que dejarán una derrama económica entre 300 y 400 mil pesos.

Expresó que con las exposiciones se ha dado impulso a artesanos locales que hoy presentan sus productos no sólo a nivel nacional sino incluso se les ha invitado a eventos de carácter internacional. “Tenemos artesanos en la feria de León, en Puebla, Colima, que ya han alcanzado niveles de producción significativos. Hablamos de artesanos que trabajan el barro, la cerámica, lapidaria, textiles y fibras vegetales”.

Se ha realizado una feria en diferentes puntos del estado y entre agosto y septiembre la derrama económica que se generó a favor de los participantes fue de 720 mil pesos.

Para Otilia García, que se dedica a la elaboración de figuras a base de ixtle, es la primera vez que participa en este tipo de ferias. Platicó que en julio pasado un instructor acudió al municipio para enseñarlas a hacer artesanías a base de dicho material. Hoy acude a la exposición con la esperanza de vender sus productos y llevar recursos a su casa.

A Otilia le lleva un día o dos hacer estropajos cuyo valor es de 30 a 40 pesos, fabricar una bolsa grande le toma tres días y su costo es de 300 pesos. A la par está pendiente de las labores domésticas.

Antes del curso sólo se ocupaba de su casa, a ratos bordaba y tejía servilletas. Sin embargo, la venta le representa la esperanza de vender algo.

“Hubo una feria en el pueblo (Peñamiller) vendí sólo 130 pesos, hoy espero que me vaya mejor”. Asegura que las personas no le dan el valor real a las artesanías por lo que “el trabajo es mal pagado”.

Dolores Maqueda, originario de Tesquisquiapan, hace suéteres en bastidor desde hace 35 años. Elaborar una prenda le lleva cinco días y asegura que a pesar del esfuerzo que lleva un trabajo artesanal las personas no lo aprecian y le regatean.

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