En el Libro de los Muertos egipcio, datado en el año 5 mil antes de Cristo, se menciona la elaboración de una bebida elaborada a base de fermento de cebada. Este “elíxir” era considerado de tipo ceremonial, por lo que su elaboración estaba reservada para las manos de las sacerdotisas, quienes se encargaban de mezclar y fermentar el preciado cereal.

Desde ahí comenzó la estrecha historia del vínculo entre las mujeres y la cerveza, dice Alejandra Mendoza Santillán, coordinadora del grupo de Mujeres Catadoras de Cerveza en México (MCCM) delegación Querétaro.

A nivel nacional, la asociación tuvo sus orígenes en Ensenada, Baja California, en marzo de 2012. Cuatro años y pico después, ha crecido tanto que en la República cuenta con 15 representaciones, además de cinco similares en Estados Unidos, Austria, Alemania y Paraguay.

El grupo fue creado con la finalidad de realizar y promover, entre el sexo femenino, la cultura, apreciación, consumo moderado y consciente de la “buena y verdadera cerveza mexicana”; de mostrar, aseguran sus integrantes, que la cerveza no es un producto masculino y que las mujeres pueden ser excelentes catadoras.

“Tomar cerveza no es nada más tomar, como se acostumbra, sino que se acepte el hecho de que la cerveza no es nada más para los hombres; la cerveza no tiene género, ni tu sexo determina per se el estilo de cerveza que te debe gustar”, señala Mendoza Santillán, quien junto con Lucero Padrón, Jessica Carrera y Celene León, socias de MCCM, platican con EL UNIVERSAL Querétaro en la cantina La Internacional, lugar al que se le conoce como “La Catedral de la cerveza”.

“Muchas veces te dicen ‘te voy a dar una de frambuesa porque como eres mujer seguramente te van a gustar estas cervezas’, pero la verdad es que cada quien va encontrando su estilo. A mí, por ejemplo, me gustan que sean muy amargas, que tengan mucho lúpulo, me gustan las tipo stout, pero cuando hace mucho calor, me gusta lo refrescante”, agrega.

Las integrantes del grupo de Mujeres Catadoras de Cerveza en México comparten actividades todo el año relacionadas con la producción, rescate, apreciación y por supuesto, el disfrute de la cerveza, pues entre sus objetivos principales se encuentra tanto aprender, como enseñar sobre las actividades cerveceras.

“Queremos que nuestro movimiento tenga una voz en el ámbito cervecero y que nuestra opinión sea tomada en cuenta por los productores y por la comunidad en general”, señalan las directivas de MCCM, las cuales por supuesto, también pugnan por el fortalecimiento y promoción de la presencia de las mujeres en el ámbito cervecero de manera profesional.

“Dentro de las prioridades que tiene el grupo es dar a conocer a todos la cerveza artesanal. El programa de actividades está diseñado para que le des la introducción a cualquier persona al mundo de la cerveza artesanal. El Comité Organizador de este movimiento de mujeres catadoras designa, de manera anual, cómo es que se va a llevar a cabo las actividades, seleccionándolas de acuerdo con la demanda de la sociedad”, indica Lucero Padrón Guevara, la subdirectora del grupo queretano.

“Como el mundo de la cerveza artesanal está iniciando en México, comenzamos con el primer paso, que es mostrar cuál es la diferencia entre una cerveza artesanal y una industrial, o comercial que son las que conocemos todos, para que vean cual es el proceso de elaboración y que vean por qué el precio entre una y otro es distinto y la calidad también”, apunta.

Las Mujeres Catadoras de Cerveza ofrecen a sus socias, o a cualquier interesado, orientación para conocer los distintos tipos de cervezas que existen, buscar el acompañamiento con los alientos adecuados, la convivencia alrededor de la bebida, y hasta el conocimiento necesario para producir una cerveza casera.

“Estamos comenzando en Querétaro, pero como asociación hemos participado en el Qrochela, en el festival de San Juan del Río, en el Festival de la Cerveza Artesanal… en cualquier lugar en donde podamos apoyar al público a acercarse a las bondades de la cerveza, de sus beneficios y hablar de ella como una bebida que ha acompañado a la humanidad desde hace siglos, por lo menos hace 10 mil años A.C. en Egipto, en China, en Mesopotamia, donde se ha encontrado evidencia de fábricas, incluso se dice que existió antes del vino, lo que nos habla de la importancia que ha tenido esta bebida en la humanidad”, opina Alejandra, quien observa que el consumo está estigmatizado y asegura que la cerveza artesanal se puede apreciar al mismo nivel que un buen vino.

“Mínimo existen 150 estilos de cerveza en el mundo, pero debido a la industrialización sólo conocemos en México el estilo Lagger, o el estilo Viena lagger, pero hay una amplia variedad que se ha dejado de lado y los cerveceros artesanales lo están intentando recuperar”, dice.

—¿Les ha costado trabajo entrar como mujeres en un mundo que se dice de hombres?

—Alejandra: Se habla mucho de la estigma de cómo voy a ir sola a un bar. Más bien es el estigma, pero nuestro grupo siempre ha sido aceptado porque entienden que nuestro objetivo es promover el consumo responsable, además de que la cerveza no tiene sexo ni género, por lo que no hay que dividir.

—¿El paladar de las mujeres es distinto?

—Lucero: Tenemos el paladar más agudo y con más placas gustativas que los hombres. Se supone que las mejores catadoras son mujeres.

—¿Cómo observan ustedes el auge de la cerveza artesanal en Querétaro?

—Lucero: El crecimiento en el estado de la industria cervecera ha sido exponencial en los últimos años. Aquí no había productores o un lugar donde hubiera un surtido de cervezas artesanales. El año pasado había tres lugares y ahora se han triplicado. Pero hay estados que nos llevan una gran ventaja, por ejemplo Tijuana, en donde puedes tomar cerveza artesanal en cualquier lado; hay un sinfín de bares, boutiques, dispensarios… hasta las venden en los centros comerciales.

—¿Cómo impulsarían la producción?

—Jessica: yo siento que tiene que ver con la conciencia del consumo local. Aquí la mayoría de las cervecerías están conformadas por familias. También tiene que ver con hacer difusión, de que el dinero se quede en el estado y no se vaya a las grandes industrias, y eso es una de las tareas más importantes de nuestro grupo. Hay muchos cerveceros que están innovando con recetas propias, algunas contienen ingredientes de la región y los están volteando a ver de otros lugares del mundo, y eso es importante.

Lucero: mucha gente que conoce de cerveza artesanal te enumera productos de Tijuana, inglesas o alemanas; de aquí no conocen. En las ferias se van por las conocidas y no prueban lo de aquí. Muchas veces el consumidor tiene la idea de que las cervezas alemanas, inglesas o gringas son mejores.

La gente piensa que la mejor cerveza es la alemana, pero si se dieran la oportunidad de probar las mexicanas, por mucho, en cualquier estilo, tenemos cerveza muy muy buena. Hay muchas que la superan, pero no se dan a la tarea de probar a las mexicanas.

Alejandra: En lugares especializados van a poder encontrar cualquier estilo de las internacionales, pero me quedo con las mexicanas, porque están hechas como a mano. No está industrializado, se siente ese proceso artesanal. Además hay que apuntar que el mercado de las maltas está acaparado por las dos grandes cervecerías que ya ni siquiera son mexicanas. Por eso se tienen que importar maltas, lúpulo y levaduras. Lo que aporta el mexicano es la receta, algunos aditivos, ingredientes de la región. Existe por ejemplo una cervecería que le pone miel de la sierra, miel 100% orgánica y vaina de vainilla de Veracruz. Por eso decimos que en la cerveza no hay límites, si hay una ley de pureza alemana, es una cosa de ellos que limitó la creatividad, la cerveza tiene una infinidad de posibilidades.

—¿Qué opinan de las grandes cerveceras?

—Alejandra: Desgraciadamente no son mexicanas. Sí le dan trabajo a mucha mano de obra, pero el capital ya no es mexicano, y van comprando las cervecerías artesanales y son insaciables. En su época, cuando no la tenían monopolizada, había industrias locales, pero las fueron comprando. Elaboran productos que están muy controlados, no vas a encontrarles defectos, pero es un solo estilo y me parece que limita el gusto de la gente. Además, para abaratar costos, usan, adjuntos, arroz y maíz.

Lucero: La cerveza artesanal está muy por encima de la cerveza comercial. Pero la legislatura nacional que vivimos se ve beneficiada por los grandes monopolios y jamás les va a poner el pie para que entre la libre competencia.. ¿Qué hacen estos grupos si tu cerveza es buena?, te compra. Termina con la misma receta pero de mala calidad, a lo mejor a la mitad de precio.

Para abril, el MCCM congregará en Querétaro a todas sus delegaciones en su Encuentro Nacional, en el que habrá talleres, catas, conferencias e incluso se analizará el impulso judicial que se debe dar a los productores de cerveza artesanal en los estados del centro del país.

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