El domingo previo a la desaparición de Ximena, la actividad familiar fue casi normal, a excepción de las muestras de cariño en exceso que mostró la adolescente a su madre. “Ese día Ximena me abrazaba mucho; me dicen que quizá se estaba despidiendo de mí, pero ¿cómo darme cuenta si siempre ha sido una niña cariñosa?”, aseguró Mónica Sánchez, mamá de la menor, que junto con María del Rosario Vega continúan desaparecidas.

Desde que María del Rosario Vega Sánchez y Mónica Ximena Uribe Sánchez fueron vistas por última vez, las versiones en torno a su paradero han cambiado día a día. La madre de Ximena ha ido a los estados de Hidalgo, Michoacán y a municipios aledaños a San Juan del Río, donde le han dicho que vieron a las menores. Sólo hay certeza de algo, que las adolescentes estaban juntas y que el 2 de mayo no acudieron a la escuela.

Su mamá la describe como una adolescente tranquila, interesada en sus estudios; recientemente la a acompañó a tramitar fichas para examen de admisión a la educación media.

“Tuvo un novio, un jovencito como ella, tranquilo, pero en Semana Santa terminaron, su mejor amiga se enojó porque terminaron y golpeó a Ximena en el ojo. Es el único problema que tuvo recientemente, pero no consideramos inicialmente que este incidente estuviera relacionado con la desaparición”.

El domingo Ximena acudió a la casa de la abuela paterna, para luego retornar por la tarde a su hogar, donde permaneció con sus padres y su hermano viendo películas, cariñosa, más que el resto de los días.

El lunes al mediodía, su abuela la llevó a la parada de camiones, donde tomó el que la dejaría frente a la secundaria Roberto Ruiz Obregón, donde cursa sus estudios junto con María del Rosario. Los padres acordaron recogerla en la escuela, pero al llegar Ximena nunca salió; compañeros confirmaron que no había acudido.

Recién inició el ciclo escolar, Ximena y María eran las “nuevas” del salón y entablaron amistad rápidamente.

El hermano Beto que no existe. La madre de Ximena refirió que contactó con dos de sus amigas, con quienes Ximena había tenido las últimas conversaciones telefónicas: “Nos habíamos quedado con el chip de su celular porque se descompuso y luego extravió otro aparato. Mi esposo revisó el chip, había hecho tres llamadas a dos de sus amigas y a Rosario”.

Varios amigos de Ximena coincidieron en que María del Rosario mencionaba con mucha frecuencia a Beto, un hombre que describía como su hermano mayor, pero su madre tuvo comunicación con la mamá de María del Rosario, quien negó que la adolescente tuviera un hermano mayor:

“Según los chicos, Rosario siempre estaba ocupada, decía estar con su hermano Beto, pero preguntando a su mamá ella nos dijo que sólo tenía un hermano menor, no sabemos quién sea ese tal Beto y si haya estado relacionado con la desaparición”, señaló.

Amigos de las adolescentes refirieron a las autoridades que las menores habían planeado rentar un cuarto en el centro; a otros que irían a Tequisquiapan o Huichapan, Hidalgo.

Aunque Mónica ha acudido a agencias ministeriales de otras entidades, el reporte no ha sido considerado porque no existe petición de la Procuraduría General de Justicia del estado.

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