A Karina Castro de Domínguez le gusta la verdad y que le hablen de frente, aunque “llegue a doler”. Al respecto, dice que de un amigo espera sinceridad y que “esté conmigo en las buenas, pero sobre todo en las malas”. Destaca que por el contrario, detesta la hipocresía y asegura que detecta de inmediato cuando las personas no le hablan con la verdad o no la quieren.

En entrevista “A bote pronto”, la presidenta del Patronato del Sistema Estatal DIF de Querétaro subraya que no ve la TV ni series, porque su pasatiempo favorito es la lectura: “es un hábito esencial, pues me abre muchísimas puertas, me hace crear historias, me hace imaginar, me hace ser mejor persona. La lectura tiene esa magia”.

Dice que además de leer le gusta bailar salsa y cumbia, le encantan las canciones de Juan Gabriel y los boleros, que adora el frío y detesta la playa.

Comparte también que su mayor pérdida ha sido la muerte de su mamá hace cinco meses. “Entender ese desprendimiento es un proceso largo. Han sido meses en los que estoy aprendiendo a vivir una nueva vida, porque tienes que volver a nacer, y eso es algo de lo que nadie te habla, nadie te enseña y que lo aprendes de golpe”, exclama Karina conmovida.

¿Cuál es el principal rasgo de su carácter?

—Soy de carácter muy fuerte, pero a la vez soy una persona muy alegre, siempre me estoy riendo. Me gusta mucho encontrarle el lado positivo a todas las cosas, a pesar de cualquier tipo de adversidad. La verdad, me gusta mucho divertirme, eso lo heredé de mi mamá, tomar las cosas de la forma más positiva, de la más divertida y ante las adversidades siempre mostrar una sonrisa, porque sólo hay una vida, sólo tenemos una oportunidad y hay que vivirla al máximo.

¿Qué cualidades aprecia más en una persona?

—La honestidad, la sinceridad, que se me hable de frente, aunque sea algo que no me vaya a gustar o no tan positivo; que me hablen de frente aunque me pueda llegar a doler o hasta cierto punto a lastimar un poco. Prefiero que sean honestos y sinceros y que siempre me hablen con la verdad.

¿Qué es lo que más detesta de una persona?

—La hipocresía es algo que no va conmigo, que no me gusta. Siempre detecto cuando las personas no me están hablando con la verdad, o no me quieren. Soy muy analítica, no sé si sea bueno o malo, pero soy extremadamente analítica. No me gusta la hipocresía, me molesta mucho.

¿Qué es lo más aventurado que ha hecho en su vida?

—Tomar un avión a los 11 años casi 12, y viajar a Europa, cuando fui a la canonización de la madre María Eugenia en La Asunción, en el Instituto Asunción, cuando llegué a pedir el permiso, mis papás me dijeron: “Hijita, de verdad estás loca, a ver quién te ayuda”, tomé mi pasaporte, fui a hablar con la directora de la escuela y le dije: “Mis papás no me dieron permiso, pero si tú me llevas y me cuidas, yo sí voy”. Mis papás vieron tanta determinación en mí, que me dijeron: “¿Estás segura, Karina?”, estuve mes y medio en Europa, tenía 12 años, y me fui con un grupo de la escuela, íbamos muy bien cuidadas y todo, pero a los 12 años, ¿quién se aventura a vivir una experiencia de ese tipo? A los 15 días empecé a añorar a mis papás, empecé a extrañarlos, ya lloraba, pero jamás tuve ganas de regresarme. Ésa ha sido la mayor aventura que he tenido en mi vida, porque estaba yo muy chica.

¿Qué espera de sus amigos?

—Que sean sinceros y que siempre estén conmigo en las buenas, pero sobre todo en las malas. Creo que un verdadero amigo está más en las malas que en las situaciones buenas, porque en las malas es cuando verdaderamente conoces y logras transparentar lo que es la verdadera amistad. Y que me acepten como soy, no soy una persona difícil, la verdad es que sí soy de carácter fuerte, pero me considero una buena amiga, muy transparente y lo mismo espero de mis amigos.

Soy muy amiguera, tengo grupos de amigos de diferentes etapas, tengo actualmente grupos de amigas que son de las escuelas de mis hijos, que son mamás un poco más grandes que yo, yo soy la pequeña de las generaciones y mis grupos de amigas desde el kínder, de primaria, de secundaria, de preparatoria, actualmente a todas las sigo viendo, viajo con ellas dos veces al año, tenemos 18 años jugando algún juego de mesa, hacemos cenas, adoro a mis amigas.

¿Cuál considera que es su principal defecto?

—Soy perfeccionista, creo que soy muy exigente, demasiado meticulosa, me gusta que las cosas siempre estén perfectamente bien hechas, no me gusta y no hay parámetro de margen de error, y eso sí lo considero un defecto porque podemos ser flexibles, pero creo que no lo soy, soy demasiado perfeccionista.

¿Su ocupación favorita?

—Creo que la mayor y más importante es ser mamá, para mí ha sido lo más padre porque mis hijos están en una edad en la que son mis mejores amigos, hacemos muchas actividades juntos y poco tiempo que tenemos lo disfrutamos al máximo. Soy confidente, soy regañona, pero lo más importante que tengo en mi vida son mis hijos.

¿Cuál es su ideal de felicidad?

—Hacer siempre lo que yo quiera hacer sin dañar a nadie, pero nunca ir en contra de mis principios, de mis valores, pero siempre buscar lo que yo estoy queriendo encontrar, pero nunca llevándome por en medio los valores y la educación.

¿Cuál considera que ha sido su mayor desgracia en la vida?

—Mi mayor pérdida ha sido la muerte de mi madre hace cinco meses. En algún momento de mi vida lo visualicé porque con eso crecí, sabiendo que un día nacemos y un día tenemos que morir, pero no es lo mismo que te lo platiquen a que lo vivas. Entender ese proceso de desprendimiento, de pérdida, es un proceso que es largo porque lo estoy viviendo.

Son cinco meses en los que estoy aprendiendo a vivir una nueva vida, porque tienes que volver a nacer, y eso es algo de lo que nadie te habla, nadie te enseña y que lo aprendes de golpe. La partida de mi mamá fue repentina y la verdad sí me hubiera gustado que alguien me lo explicara, pero la muerte es un proceso que no es explicable, que lo vas viviendo día a día, pero esa ausencia de mi mamá, ese no tenerla, no hablarle, saber que no la voy a volver a ver ha sido una de las cosas más difíciles que he vivido.

Si no viviera en Querétaro, ¿en qué país o ciudad le gustaría vivir?

—Me gustaría vivir en Vancouver, ahí estudié inglés un año con una familia de intercambio y es uno de los lugares que más alegrías me ha traído, que he conocido, que he disfrutado, que he aprendido de la cultura y aprendido a valorar de las cosas que no tenemos aquí en México. Por ejemplo, el clima, me gusta el frío y la nieve, y detesto la playa; yo encantada de la vida viviría en Vancouver o en Austin, Texas. Muchas de las cosas que soy las aprendí en algunos viajes que hice con mi papá y mi mamá.

¿Y una ciudad mexicana?

—Guadalajara me gusta mucho, tengo muchos recuerdos con mi mamá en específico, pero también tengo muchos recuerdos con Pancho, ahí visitábamos muchos lugares cuando éramos novios, tengo muy buenas anécdotas con mi mamá, con mi papá y con Pancho.

¿Pasatiempo favorito?

—El gimnasio y los libros, no veo la TV, pero los libros son mis mejores amigos, la lectura para mí es esencial, es fundamental, me abre muchísimas puertas, me hace crear historias, me hace imaginar, yo creo que te hace ser mejor persona. La lectura tiene esa magia.

¿Cuáles son sus libros favoritos, los que le han marcado?

—Mi escritor favorito es Jorge Bucay. Los libros que más me gustan de este autor son Cuentos para pensar y La princesa que creía en los cuentos de hadas. Son libros que me han enseñado muchísimo, y que me han dado una cantidad de enseñanzas que aplicas en la vida diaria.

La princesa que creía en los cuentos de hadas es la historia, como su nombre lo indica, de una princesa que con el tiempo se da cuenta de que la vida está hecha de retos, de situaciones buenas y malas, que el príncipe termina siendo un ser humano real de carne y hueso, y con base en la unión familiar, al amor y al respeto, terminas afrontando o caminando este trayecto que se llama vida.

¿Qué grupo o cantante es su favorito?

—Cantante favorito, Juan Gabriel, y grupo favorito, Maná. Pero toda la música me gusta, no tengo ninguna preferida, yo escucho música y amo bailar, cualquier tipo de música: clásica, cumbia, ranchera, salsa, trova, todo me gusta, pero sobre todo si es música bailable. Siempre que escucho música yo bailo, incluso en los trayectos a mi oficina, la música para mí es fundamental.

¿Algún género que le entusiasme más para bailar?

—La salsa me gusta mucho, no soy muy buena bailando salsa, pero me gusta, y las cumbias también me gustan mucho; es algo que disfruto muchísimo.

Tres canciones favoritas, de cualquier género.

—“Solamente una vez”, “Reloj” y “Rayando el sol”; de Juanga tengo muchas: “Infidelidad”, “El Noa Noa”, “Abrázame muy fuerte”, que era una canción que le gustaba mucho a mi mamá y que no la aquilaté hasta que pasé por todo este proceso de su muerte. Esta canción [“Abrázame muy fuerte”], todos los seres humanos deberíamos escucharla a diario.

¿Color favorito?

—Negro, por elegante, sobrio, dureza, creo que es un color que transmite fuerza y habla mucho de mi personalidad.

¿Héroe o heroína de la vida real?

—La madre Teresa de Calcuta y Frida Kahlo, el legado que han dejado ha sido de grandeza, de bondad, pero sobre todo de humildad, pese a que son dos personajes que vivieron en distintas trincheras.

¿Cómo se definiría en tres palabras?

—Fuerte, segura de mí misma y bondadosa.

¿Qué hábito detesta en una persona?

—Que coman con la boca abierta, me saca de mi zona de confort que coman o que mastiquen el chicle con la boca abierta, es algo que no tolero, me pone nerviosa.

Si pudiera revivir a algún personaje de la historia, ¿quién sería?

—Creo que doña Josefa Ortiz de Domínguez, pues es una mujer que marcó la historia, es un parteaguas, parte fundamental de nuestra Independencia, una mujer sumamente inteligente, capaz y que nos deja un legado cultural, histórico, que como país y como estado nos marca, pero como mujeres nos deja un paquete muy grande de lo que tiene que ser uno, del deber ser.

¿Qué don extraodinario le gustaría poseer

—Me gustaría volar. Hay una anécdota que me gusta mucho, hay un libro que se llama Nos veremos en la cumbre, de Zig Ziglar, que habla de las águilas. Cuando las águilas van a cambiar su pico, se van a lo alto de una montaña, se encierran, por así decirlo, y se empiezan a picar con el pico las garras hasta arrancárselas, hasta que el mismo pico se desprenda, para que dé paso a un nuevo nacimiento.

El volar implica tener la oportunidad de ir hacia algo mejor, hacia tener otra perspectiva de la vida y hacia un cambio; a mí me gusta mucho generar cambios, me gusta esa parte de poderte escapar de algún lado y regresar renovada, regresar con unas ideas más frescas. Esa parte de volar y de ver todo desde otra perspectiva.

¿Tiene alguna colección?

—Colecciono osos, soy fanática de los osos, ya sea de peluche, de cerámica, pintados. Tengo también una colección muy grande de perfumes y zapatos. Pero la colección más grande es la de osos, he de tener 500, repartidos entre la casa donde vivo con Pancho y la casa de mis papás, que sigue siendo como mi casa porque voy muy seguido. Incluso, tengo un oso de 2 metros, que me dejo mi mamá en Navidad.

¿Cuál es su comida favorita?

—Las ensaladas, soy de muy mal comer, soy melindrosa, tengo muchos problemas con la comida, no es algo importante para mí, pero si tengo que escoger, escojo una ensalada y podría comer ensalada todo el día, la que sea, puede ser desde lechuga, jitomate y zanahoria rallada con sal y limón, hasta las más elaboradas que tengan cangrejo, con carne, con pollo, o los aderezos más elaborados.

¿Tiene algún lema en la vida?

—Hay uno que me gusta mucho, que aprendí cuando estaba pequeña, que lo decía la fundadora de la escuela donde estuve: “Hay que ser con lo que se es con la mayor plenitud posible”; es un lema que aplico diariamente, me pregunto hacia dónde quiero ir, qué es lo que quiero y cómo lo quiero.

Venimos a esta vida a ser felices, a ser plenos, a no dañar a nadie, pero al llegar a la cumbre del éxito de cada proyecto que te propongas, debemos utilizar las herramientas que tenemos a diario, es un lema que me gusta mucho.

¿Cómo se proyecta en un futuro?

—De aquí a cinco años, siguiendo al frente del DIF, muy orgullosa, muy contenta y después no sé, yo creo que acompañando a Pancho, dice que se va a retirar de la política, y también creo que viajando. Me gusta mucho viajar, espero tener la oportunidad, el tiempo y la salud necesaria para poder llevarlo a cabo. Pero sí me visualizo en cinco años dos meses, viajando.

¿A quién admira en la vida?

—A mi madre. No hay mujer que más pueda yo admirar porque gracias a ella soy lo que soy, gracias a ella existo y gracias a ella hoy puedo estar sentada aquí atendiendo tan amablemente la entrevista, puedo verme realizada como mamá, como esposa, como hija y como hermana, y sí es una admiración que le voy a tener toda la vida. Me enseñó muchas cosas, pero más que nada, me enseñó a ser mujer, y eso es algo que siempre le voy a estar agradecida.

¿Cómo le gustaría morir?

—Dormida y sin darme cuenta. Creo que es algo que añoraría: quedarme dormida, no me gustaría sufrir.

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