La mayoría de las mujeres que se dedican al futbol comenzaron su historia en equipos de varones. Apenas son dos años de que en México se inicio la liga profesional de futbol femenil, chicas que tuvieron que esperar mucho para que se hiciera el milagro futbolístico.

Zoé Tapia comenzó así, a los 6 años, cuando la mamá de uno de sus compañeros de la escuela pidió permiso para que la dejaran jugar en un equipo de hombres. Desde entonces Zoé destacaba por su habilidad con los pies.

“Siempre estuve rodeada de equipos varoniles, hasta los 12 años tuve la oportunidad de formar parte de un equipo femenil, estuve como en cuatro equipos antes de llegar a Primera División. Soy un poco cuadrada en cuestión de tiempos; por ejemplo, si tengo un horario para hacer mis actividades y si algo se me descompone me vuelvo loca [ríe], necesito que todo me salga como yo [quiero]”, explica.

Debut en primera división

Zoé debutó con Pachuca en el primer semestre de la Liga MX Femenil, Eva Espejo, entrenadora de las Tuzas fue quien le dio su primera oportunidad en el futbol profesional.

“Fue gracias a quien en aquel entonces era el preparador físico, Leo Elías, él fue quien me dio la noticia de que iba a formar parte del cuerpo técnico, y me dijo que había hablado de mí con Eva, fui a hacer visorías y algo vio en mí que me dio la oportunidad de formar parte del equipo en aquel entonces”, expresó.

Con el arranque de la Liga MX Femenil, a la fecha sigue estando sobre la mesa las diferencias en cuanto al futbol varonil, desde los sueldos, los patrocinios, entre otras cosas. A Zoé no le gustan las comparaciones, y ella se esfuerza todos los días para que el futbol femenil triunfe.

“Ha sido complicado, pero es un proceso, yo no me vuelvo loca porque hoy no tenemos un estadio lleno, hay ocasiones que ni en el futbol varonil se llena, el futbol varonil en México lleva 80 años, el femenil lleva dos, a mí no me gusta compararme con ellos, hoy es nuestro proceso, nuestra liga, las jugadoras que formamos parte de ello somos afortunadas, pero siempre le voy a dar el mérito a las jugadoras que hoy tienen más de 25 años, es un poco injusto porque fueron ellas los pilares más importantes para que esta liga se diera, y son a las que menos oportunidades se les da. De nosotras depende que tan acelerado o lento sea el proceso”, mencionó.

Un viaje a Suiza cuando tenía 15 años le abrió los ojos del mundo del futbol, desde niña quiso tener un balón cerca, y descubrió que el juego podría convertirse en su estilo de vida, en lugar de querer una fiesta de 15 años, Zoé le pidió a su mamá que la dejará ir por un mes a jugar futbol.

“Tuve la oportunidad de viajar a Suecia cuando tenía 14 años, me fui un mes únicamente a jugar futbol, jugué cuatro copas diferentes allá, y desde entonces me di cuenta que hay otro mundo. Es mi objetivo, ojalá se me dé jugar en el extranjero, pero siempre quise desenvolverme en mi país y ahora con la liga profesional creo que lo voy a lograr”, explica.

Aspiraciones

Con 16 años se convirtió en preseleccionada nacional, buscó llegar con la Sub 17 pero la vida no se lo permitió, fue años más tarde con la Sub 20 que logró librar las visorías y estuvo en una concentración.

“Siempre está presente, quiero desenvolverme en México, y qué mejor que hacerlo con mi selección, a pesar de eso tengo otros objetivos personales, ahora la oportunidad la tengo en Gallos. Es una sensación impresionante traer en tu playera el escudo de México, pero no es mi obsesión, tengo otros objetivos personales y siempre lo voy a ver así”, comenta.

Levantar el trofeo de campeonas de la Liga MX con Gallos Blancos Femenil, ese más que un anhelo es uno de sus principales objetivos, sobre todo porque a sus 22 años sabe que será más complicado jugar, debido a la regla de mayores.

“Sueño con ser campeona, no digo que después me retiro, tengo 22 años, a lo mejor hoy no tengo tanta oportunidad de desenvolverme durante muchos años en el futbol, pero sí quiero ser campeona y quiero hacerlo con Gallos, la institución me ha abierto la puerta, nos apoyan, nos ven como un sello, quiero trascender y dejar mi huella en este equipo”, sentencia.

Una mujer metódica, analítica y estratega, así se describe Zoé, y en un futuro quiere usar estas cualidades para estar muy de cerca en el banquillo como entrenadora.

“Sí me gusta la carrera pero siento que igual y no tengo la voz y la imagen de una directora técnica, porque un técnico en la cancha es más serio, tienes que controlarte, es más de estar viendo y dando instrucciones precisas. Yo no, tengo un poco más de esta visión analítica del futbol, me dicen analiza a tal rival y me vuelvo loca; agarro mi cuaderno y me pueden salir tres páginas completas de estrategias o el análisis de una jugadora, me veo más como una auxiliar, me gusta más la parte analítica”, expresa.

A pregunta expresa sobre qué le diría al futbol si este fuera una persona, la jugadora con la camiseta número 18 no duda en expresar gratitud.

“Le diría gracias, por cada una de las personas que me dieron su semillita o me dieron algo para aprender, porque gracias a cada una de esas personas que estuvieron en mi camino hoy soy la jugadora que soy”, dice Zoé.

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