Al sur de la capital queretana se encuentra un acogedor lugar, influenciado por el concepto de las cantinas tradicionales mexicanas, pero con un toque de modernidad que lo convierte en una visita obligada para compartir con amigos o pareja.
La gran barra principal recibe a los visitantes con la sutil iluminación de peculiares lámparas de colores, mientras las etiquetas del lugar ofrecen una gran diversidad de opciones, ideales para degustar con algún snack de la casa.
Una elegante mujer con copa en mano, enmarcada por una botella de tequila, que hace referencia a las cartas de la tradicional lotería mexicana, es el símbolo que caracteriza al lugar.
La Borracha es un concepto joven que ofrece una atención personalizada por parte de Lili y Diego Pozos, quienes fungen como administradores y encargados de darle el toque especial a cada uno de los platillos y bebidas que preparan.
“Somos queretanos de nacimiento, de los pocos que quedan —ríe Lili mientras plática su experiencia emprendiendo este proyecto—. Yo creo que es el reto más grande que he tenido, he trabajado en muchos lugares y varios negocios de otros rubros, pero administrar esta cantina es lo más difícil y a la vez lo más gratificante que he hecho; aplicar estrategias de mercado y que funcionen es algo que me hace sentir muy bien”, expresó.
Desde que Lili comenzó sus estudios en Administración de empresas, deseó tener un bar, sueño que está viviendo gracias a este negocio, que comparte con su esposo Diego.
“Yo quería un bar, a pesar de que no sabía ni servir una cerveza, pero tuve que aprender y ahora los cocteles me salen bien ricos”, confesó Lili.
Por su parte, Diego, quien es el creador del Clamahuate, una de las especialidades de la casa, detalló que todas las bebidas y cocteles que preparan tienen un toque característico.
“Creo que el secreto es arriesgarse a fusionar ingredientes y experimentar con los sabores, para hacer esta michelada especial estuve preguntando con amigos mixólogos y expertos en el rubro sobre qué ingredientes se podían mezclar con las salsas, porque a veces te preparan una michelada con un montón de cosas y cuando te la tomas comienzas a sentirte mal del estómago. La Clamahuate lleva cacahuates enchilados dentro de la cerveza, limón y las salsas tradicionales, todo adornado con un poco de pepino, apio y el toque secreto de la casa”, detalló.
Ya sea “chabela” o de litro, las micheladas son lo más pedido por sus clientes, pero también ofrecen una variada barra de coctelería internacional, en la que destacan preparados como ojos verdes, carajillo, carajilla, medias de seda, limonada eléctrica, margarita, martini y mojito, además de un mezcal artesanal de Oaxaca.
Para complementar las bebidas, se ofrece una pequeña pero bien cuidada carta de snacks con alitas, queso fundido, quesadillas, papas a la diabla, nachos, burritos y gringas con pastor o bistec, todo aderezado con salsas elaboradas con la intención de satisfacer a todos los paladares.
Esta cantina que se ubica en el conjunto comercial Zen, ofrece un ambiente familiar y por las tardes brinda la opción de comidas corridas, pero por la noche, cuando la diversión comienza, los jueves y sábados, el karaoke se convierte en la sensación, mientras que los viernes siempre se encontrará música en vivo.
Además la terraza se vuelve el sitio ideal para admirar la ciudad en un lugar apartado del resto de los comensales, como área permitida para fumar.
La Borracha se ubica en Boulevard Centro Sur #59, interior 14. En Plaza Zen Querétaro, Colinas del Cimatario.
bft
