QUERÉTARO.— Muchas dudas y más presión al Tri, que vive en la ignominia pura. Una derrota apenas unos días antes de buscar el título de la Copa de Oro. Un amistoso perdido ante el Querétaro (2-3) que deja una herida dolorosa y los focos rojos encendidos, porque desnuda las miserias que el juego mexicano ha tenido en 2013.

Volvieron las caras de preocupación en el banquillo y en la cancha del representativo mexicano. Panamá puede frotarse las manos, porque el domingo tendrá enfrente a un equipo contrariado, al que hasta la suerte le da la espalda en los momentos clave.

Un penalti que había atajado Jonathan Orozco encontró un destinatario rival. Luiz de Souza, Apodí, aprovechó ese rebote plagado de infortunio luego de la mala ejecución que había hecho Esteban Paredes. Las redes tricolores fueron vulneradas por el brasileño, al 62’. En el estadio Corregidora se alegraron de ver a su equipo triunfante, a semanas de enfrentar el Apertura 2013.

Al 75’, Amaury Escoto tuvo la fortuna de encontrarse con otro rechace para terminar de matar a los pupilos del Chepo, que tuvieron una reacción sumamente tardía. El Tri no conoce lo obvio, lo elemental para vencer.

Ya en la recta final, Diego de la Torre dibujó un disparo al ángulo de la portería nacional. Sus brazos levantados contrastaron con la vergüenza de los seleccionados, que ni siquiera con los dos goles finales de Javier Orozco pudieron borrar la amargura de sus semblantes.

A la Selección Mexicana le cuesta mucho trabajo acercarse al área rival. Falla en tres cuartos de cancha, se siente incómodo y la brújula se encuentra descompuesta cuando se busca hacer daño. Un equipo verde deslucido, como las demás versiones de los equipos que ha dirigido José Manuel de la Torre en este año.

Al Querétaro le bastó con lo justo para vencer a México. En el estadio Corregidora se plantó con orden para incomodar a un cuadro tricolor que fue abucheado en todo momento. Le terminó por pesar a un combinado nacional visitante en su tierra.

La apuesta de José Manuel de la Torre para empezar el duelo ante los Gallos fue la misma que perdió con Cruz Azul Hidalgo (1-0). Jonathan Orozco en la porteria; en la lateral derecha Miguel Layún y en la izquierda Adrián Aldrete; la pareja de defensores centrales fueron Joel Huiqui y Jair Pereira. En el medio campo lo tuvieron Alejandro Castro y Carlos Peña, abiertos Efraín Velarde y Javier Cortés. Marco Fabián como creativo y Rafael Márquez Lugo como centro delantero.

Esos 11 hombres lucen como los que iniciarán en la Copa Oro el domingo ante los panameños. A esa cita llega México con cero goles anotados en dos juegos amistosos cuando esos jugadores estuvieron en la cancha.

Un México sin chispa ante poco más de 11 mil aficionados en el estadio queretano. Pocos destellos de buen futbol, emociones nulas, pero bastantes dudas de la capacidad de triunfo de la Selección Nacional.

Un combinado verde más bien “gris”, sin garra ni idea ni derroche de talento. Pases errados y totalmente predecibles.

José Manuel de la Torre se lleva una nueva derrota al mando del combinado verde, ahora, ante el Querétaro de Nacho Ambriz.

Se encienden los focos rojos, las alarmas suenan porque su Selección luce débil y enfrente está la disputa del título de la Concacaf.

Y los “¡fuera Chepo, fuera Chepo!” están más fuertes que nunca.

Lo de anoche fue el colmo...

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