Elementos del Heroico Colegio Militar, Batería General Felipe Ángeles, realizaron detonaciones de salvas de artillería, en la explanada del Jardín Zenea del Centro Histórico como parte del ensayo de lo que será la conmemoración del 96 aniversario de la promulgación de la Constitución de 1917.

La presencia de unidades y elementos militares sorprendió a los transeúntes, ya que “uno de los estados más seguros del país contrastaba con la presencia militar”, dijo uno de los espectadores.

Pero al percatarse de que sólo se trataba de un ensayo de lo que acontecerá el 5 de febrero, algunos caminantes decidieron admirar con gusto este tipo de pruebas.

A las 9 de la mañana la densidad automovilística aquejaba a la calle Corregidora esquina Madero en el Centro Histórico.

Las calles que rodean el Jardín Zenea (Corregidora, 16 de Septiembre, Juárez y Madero) resaltaban por la presencia militar.

Entre los transeúntes que admirados andaban por las céntricas calles, se encontraba Angélica, quien manifestó su sentir luego de observar a los militares: “me agrada ver a tanto elemento de seguridad, cuando los vi pensé que era porque vendría el presidente Enrique Peña, yo dije ‘ya vino o seguro va a venir’. Aunque yo creo que no es para tanto. Para mí, no hay tanto maleante en Querétaro, pero sí es por seguridad está bueno.”

Por su parte, Ignacio se dijo sorprendido, pues mientras caminaba tranquilamente un ruido visual le alertaba que algo acontecía: “me sorprende ver todo esto, pero está bien y es muy significativo para la entidad que haya este tipo de ensayos”.

Para otro transeúnte, la presencia de militares alteró su andar y decidió hacer una pausa en su desayuno para mejor observar lo que pasaba en el Jardín, “iba a desayunar y decidí quedarme a ver lo que pasaba”.

Quienes por nada evitaron la hora del almuerzo, fueron algunos militares que —mientras empezaba el ensayo formalmente— tomaban café y comían tortas en la parte trasera de sus camiones.

Pero estas reacciones sólo hacían alusión a la repentina apariencia militar que albergaba el emblemático lugar, ya que a las 10:28 se lanzó la primera salva de artillería, entonces, el estruendo que provocó dicho lanzamiento desestabilizó los oídos de los presentes.

La sorpresa agobió. Un pequeño de apenas 8 años, presenciaba junto a su mamá tal acontecimiento, pero más cerca estaba de su oso de peluche, al cual no dejó de abrazar mientras suplicaba “mejor vámonos mamá, vámonos, anda, ya vámonos”.

A diferencia de este niño, otro mucho más aguerrido paseaba a un costado de la línea de precaución. Sonriente y perspicaz esperaba el momento de la segunda detonación.

Así como este niño, un joven —de aproximados 25 años— se acercó a ver qué pasaba: “yo vivo a unas calles de aquí y cuando escuché el ruido me alarmé, yo sí dije ahora sí ya se armó la trifulca”.

Entre los presentes también se hallaba el secretario de Seguridad Ciudadana, Adolfo Vega Montoto; el titular de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM), Juan Marcos Granados Torres, y el director de la Unidad Estatal de Protección Civil, Gerardo Quirarte Pérez. Los nombrados se dedicaron a supervisar y observar las labores de los elementos de seguridad.

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