En promedio, las secretarías de Estado estarán recibiendo 26% menos de recursos que el año pasado, derivado de los recortes presupuestales.

Para este Presupuesto de Egresos, el gobierno de la República tendrá que pagar incrementos en deudas, como en el caso de pensiones, que para 2017 crece en 7%, por el número de personas que se están retirando.

Al respecto, el diputado federal del PAN, Armando Rivera Castillejos, explicó que la deuda pública se incrementa en 18% por el tipo de cambio del peso mexicano. Aunado a que el gasto para deudas de los estados y municipios se incrementa en 5.4%.

“Eso hace que la bolsa que le queda al gobierno federal para repartir a las secretarías de Estado traiga un decremento de uno de cada cuatro pesos que recibió el año pasado, casi 26%. (...) van a tener menos dinero, menos para ejercer. La decisión del Ejecutivo es lo que vamos a revisar los legisladores, en qué vas a dejar de gastar, y nosotros como PAN hemos dicho que no queremos que se toque el gasto social y que se toque menos el gasto de capital”.

Los rubros que deben ser recortados desde el gobierno federal son gasto corriente como luz, nómina, teléfono, agua, gasolina y vehículos, entre otros. Aunque el legislador puntualizó que hay algunas propuestas de incrementar nóminas, tal como lo es con el Poder Legislativo, para lo cual adelantó que votarán en contra. E inclusive destacó que se mantendrá el incremento de cero por ciento.

Al cuestionarle sobre la posibilidad de que se disminuyan los recursos para el Congreso de la Unión, como gastos de prerrogativas, el diputado destacó que hay dependencias y empresas que invierten más en gasto corriente, como Pemex, que sólo por sus oficinas ejerce prácticamente nueve veces más que el Congreso federal.

Frente a estos recortes que se anticipan para el año entrante, Arturo Muñoz Villalobos, presidente del Colegio Queretano de Economistas (CQE), llamó a hacer una distribución proporcional de los recursos, en función del impacto que puede tener cada uno de los programas con que cuentan las distintas dependencias.

El economista cuestionó si poderes como el Legislativo y el Judicial no están dispuestos a ajuste al nuevo escenario económico, a partir de gastos relacionados, por ejemplo, con publicidad, promoción y representación.

Al referirse al primero, retomó la propuesta de reducir el número de diputados plurinominales federales, que también podría aplicarse para el caso de los senadores.

“A lo mejor no que desaparezcan los 200 diputados plurinominales, para no perder representatividad, pero pensemos en 100. En lugar de tener más de 120 senadores, considerar la mitad”, planteó.

El líder del CQE cuestionó el escenario que se presentaría en caso de que se disminuyan los presupuestos a las universidades, al mantenimiento de carreteras, o lo que pasaría si se cancelan plazas en el sector salud.

Sostuvo que un rubro que valdría la pena regular es el tema de los salarios de los servidores públicos superiores, en donde “parece mentira que hay recorte para todo menos para ello”.

Otro tema, dijo, es el de los recursos asignados a partidos políticos, y en ese sentido apuntó que hace falta una mayor trasparencia en el uso de los recursos que se les otorgan.

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