El líder estatal de Morena, Carlos Peñafiel Soto, confió en que la sucesión en ese instituto político sea “tersa”, ante las declaraciones de algunos actores morenistas que, asegura, apuestan por desestabilizar al partido.

Señaló que el próximo líder estatal de Morena, que entrará en funciones en noviembre de 2019 al mismo mes de 2022, tendrá como meta convertir al partido en la primera fuerza política, lo cual implica ganar la gubernatura.

“Para ello necesitamos construir legalidad, institucionalidad y necesitamos un partido unido. Hago votos y estoy seguro que así será, que tendremos un proceso de elecciones internas muy en paz, muy en concordia y que los militantes de Morena sabrán distinguir de aquellos que quieran meter ruido a todo, con fines oscuros”, indicó.

Indicó que también está seguro de que habrá quienes quieran descarrilar el proceso interno con el propósito de generar división, pero confió en que hay madurez en la militancia de Morena para saber identificar los peligros.

Peñafiel Soto, propuesto por la Presidencia de México como embajador del país en República Dominicana, comentó que ningún militante de Morena en un cargo público podrá ser candidato y, en caso de querer serlo, deberá separarse de su encargo.

Comentó que para el proceso de renovación de dirigencia tendrán que hacerse asambleas en cada uno de los distritos electorales federales de Querétaro, de donde saldrán los consejeros estatales, quienes habrán de elegir entre ellos a los miembros del comité ejecutivo estatal.

Apuntó que en caso de ser ratificado embajador, el comité ejecutivo estatal tendría que proponer a un delegado o delegada, con funciones de presidente, que estaría vigente desde el momento de ser nombrado hasta el 20 de noviembre, cuando entre la nueva dirigencia.

“Puede o no puede ser de Querétaro [el nuevo dirigente]. Al respecto, lo que comentó la presidenta nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky, en el último consejo, es que a ella no le gusta nombrar virreyes y que preferiría que hubiera, a menos que existiera una causa de fuerza mayor, una circunstancia excepcional, alguien de la propia entidad.

“Hasta este momento no veo que haya alguien o una circunstancia extraordinaria en Querétaro, yo estaría esperando que fuera alguien, un militante o una militante de Morena de Querétaro, pero cabría la posibilidad de que fuera alguien que no fuera del estado”, agregó.

Añadió que esa opción no es la preferida de la dirigencia nacional, por lo que consideró que lo más viable es que el delegado estatal surja de la militancia queretana.

“Si alguien que sea un funcionario público o un representante popular quisiera aspirar a ello, tendría que renunciar, pedir permiso o jubilarse del cargo que tuviera, lo que corresponda. Es decir, tendría que previamente renunciar o jubilarse, y en caso de ser un representante popular, pedir permiso”, puntualizó Peñafiel Soto, quien declaró que durante su gestión al frente de Morena le correspondió convertir al partido en la segunda fuerza política del estado.

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