El diputado local Gilberto Pedraza Núñez exhortó a las autoridades para vigilar los esquemas en los que se hace entrega del recurso para apoyo al campo, ya que afirmó que en repetidas ocasiones los beneficiarios de dicha ayuda son personas ajenas a los predios. Dijo además que se calcula que en la Sierra queretana el 50% de los espacios destinados para ser sembrados se encuentran en abandono a falta de apoyo para los campesinos.} “No solamente en la sierra, en toda la República en todos los estados, el programa Procampo desde su nacimiento pudo haber sido… en su esencia dar un impulso al desarrollo del campo, sin embargo como todos los programas deben de llegar a un fin y se terminan viciando”, aseveró el diputado priísta. El Programa de Apoyos Directos al Campo (PROCAMPO) se instrumenta a finales de 1993 y surge como un mecanismo de transferencia de recursos para compensar a los productores nacionales por los subsidios que reciben sus competidores extranjeros, en sustitución del esquema de precios de garantía de granos y oleaginosas. El PROCAMPO otorga un apoyo por hectárea o fracción de ésta a la superficie elegible, inscrita en el Directorio del PROCAMPO, y que esté sembrada con cualquier cultivo lícito o que se encuentre bajo proyecto ecológico autorizado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT). El apoyo se entrega a los productores que acrediten ser propietarios o poseedores de buena fe o en posesión derivada (en arrendamiento, usufructo, aparcería) de predios con superficies elegibles en explotación inscritos en el PROCAMPO sin embargo el legislador informó que cuando se inscriben los ciudadanos para ser partícipes de éste tipo de programas, no se les condiciona si son ellos o no los que se encargan de sembrar el espacio. “Muchas veces inclusive rentas la tierra y otros son los que están sembrando pero el recurso de procampo le llega al que haya acreditado el espacio de terreno y en vez de crecer la producción es un abandono importante de terrenos, en la Sierra gorda fácil el 50 por ciento de los espacios de siembra están en abandono”. Asimismo señaló que los programas logran llegar al 50 o 60% de los agricultores y no a su totalidad, por lo que las tierras de siembra en la sierra muestran abandono. “Los programas prácticamente llegan al 50 o 60% de la población, la mitad si está sembrando, la otra mitad no, es producto como el maíz, el frijol que es la parte cultural, pero lo que más ha dañado es que rentan la tierra y el que está cobrando el recurso de procampo es el dueño de la tierra y no el que está trabajando, por eso hay que manejarlo con mucho cuidado y ver bajo qué esquema podemos hacer apoyos directos a la persona que está sembrando y no a los que están rentando”. .

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