A pesar de la derrota sufrida el pasado 1 de julio, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) no aprendió, y sigue en manos de las cúpulas que mantienen cerrado el partido a la militancia, consideró el ex presidente de este instituto político, Marco Antonio León Hernández.

“No, no aprendieron, y están actuando como cártel, en el sentido europeo, en el sentido de mantenerse contra toda la militancia en el partido”.

Durante la pasada campaña electoral diversos cuadros del priísmo en el estado anunciaron que dejaban las diferencias de lado, y cerrarían filas con el objetivo de fortalecer la campaña del candidato presidencial, José Antonio Meade, y a los perfiles en Querétaro, y que al termino del proceso harían un consenso para “limpiar al partido”.

Según León Hernández, tras la jornada electoral, sí se convocaron reflexiones para analizar los resultados; sin embargo, las dirigencias nacionales y locales no han escuchado a las bases y a la militancia, por lo que se corre el peligro de que busquen otras opciones donde sí se les tome en cuenta.

“Tiene que haber una catarsis del tamaño de la derrota. Es importantísimo que la militancia exprese, en su lenguaje, lo que quiera decir. Esto la dirigencia nacional lo está impidiendo, y la dirigencia local pues ni por aludida se da; si la dirigencia no tiene la confianza de decirle al partido lo que está pasando, pues esto es muy grave”.

Asimismo, dijo que si bien el PRI nacional emitió una invitación para que los militantes, las organizaciones y los diversos sectores hicieran una reflexión, y expresarán su sentir, dicha convocatoria no llegó a todos las personas, además de que sólo se dio un mes para que se llevara a cabo todo el proceso.

“Pregúntele a la militancia, la convocatoria no llegó, entonces pues mucho menos se iban a poder expresar en ese tiempo (…). Es una auténtica vacilada, es una tomada de pelo porque ni la militancia conoció la convocatoria ni tuvo el tiempo suficiente para expresarse”.

En ese sentido, dijo que si “el cártel de las dirigencias del PRI” insisten en tener un partido cerrado donde no participen las personas, no haya democracia, y se siga negando a defender las causas sociales, pues va a terminar por disolverse completamente.

“Al partido le va a pasar lo que a la falange española, va a terminar disolviéndose. Tal vez en tres años estaremos perdiendo el registro o para la próxima elección sólo quedará el recuerdo”.

Al preguntarle si ha sufrido represalias, como lo han denunciado algunos integrantes del PRI —como Jesús Llamas—, aseguró que no, únicamente, dijo, le han llegado comentarios y denostaciones que no le preocupan.

León Hernández ha sido uno de los militante más críticos en diversas etapas del partido, incluso renunció a la militancia para ingresar a las filas de Convergencia, partido por quien fue diputado local.

Sin embargo, al desaparecer esta fuerza política en el estado, regresó a las filas del PRI, a invitación del presidente local de ese partido, Juan José Ruiz, para fortalecer la estructura interna.

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