Autoridades universitarias se reunieron con 75% de los delegados que conforman el Consejo Consultivo del Sindicato Único de Personal Académico de la Universidad Autónoma de Querétaro (SUPAUAQ), para instalar la mesa de negociación de la revisión salarial y contractual.

Se presentó un esbozo de lo que podría ser la propuesta de incremento salarial, que bajo las condiciones presupuestales actuales de la UAQ, únicamente sería del 3% de incremento.

La sesión de consejo sucedió a pesar de que Saúl García Guerrero –quien se ostenta como Secretario General– exhortó a que dicho órgano de autoridad sindical no sesionara.

El encuentro se desarrolló en apego a la solicitud del Consejo Universitario, para que los procesos bilaterales con el SUPAUAQ se lleven a cabo a través de las instancias internas de esta organización laboral.

A la reunión acudieron el secretario de Finanzas, Alejandro Jáuregui Sánchez; el abogado general, Óscar Guerra Becerra, y la directora de Recursos Humanos, Aurora Zamora Mendoza.

Óscar Guerra Becerra expuso que la complicada situación financiera de la máxima casa de estudios se deriva de los recortes que la federación hizo a educación, así como del limitado subsidio estatal que recibieron, a pesar del compromiso del gobernador Francisco Domínguez Servién de otorgar un incremento presupuestal de 17% ; mismo que, en término reales, se concretó en 4.4% aprobado para este año.

Comentó que, sumando el ingreso federal y estatal, la UAQ dispone sólo de 75 millones de pesos de incremento en su presupuesto; se estima que 15 millones podrían destinarse a cuestiones académicas y estudiantiles y los 60 millones de peso restantes a la propuesta económica dirigida a los profesores y administrativos.

“La situación es que cada punto porcentual de incremento al salario implica 20 millones. En estas condiciones sólo podríamos ofrecerles un 3% de aumento salarial, sin concretar la oferta contractual”, aseguró.

“Esta casa de estudios no cuenta con los más de 2 mil 500 millones [de pesos] necesarios para cumplir todas sus demandas: 15% de incremento directo a salario, adicionar tres cláusulas nuevas y revisar 57 de éstas, entre las que se encuentra la petición de reducir los grupos a un máximo de 25 alumnos; lo que significa rechazar a más alumnos de los que actualmente no encuentran un espacio en la Universidad”, agregó Guerra Becerra.

Señaló que, debido a la que la Secretaría de Educación Pública (SEP) no reconoce todas las prestaciones que la Universidad brinda a su personal docente y administrativo a través de los Contratos Colectivos, la Entidad Superior de Fiscalización del Estado (ESFE) ha emitido diversas observaciones a la Rectoría de la UAQ, por considerar como “pagos indebidos” el cumplimiento de los derechos laborales ya adquiridos por los universitarios.

“La comunidad universitaria y la sociedad en general deben estar tranquilas, porque la UAQ es la primera en velar por un manejo responsable y transparente del recurso público. Fue la Institución la que, en 2012, por primera vez invitó a la ESFE a auditar las finanzas y, hasta el momento, ninguna observación ha sido resarcitoria, es decir, ninguna ha obligado a la administración central a reintegrar recursos por daño al erario, dado que no existe desvío ni mal uso”. Redacción

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