De acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (Enadid), 50.4% de las mujeres del estado de entre 15 a 49 años están en edad fértil; de ese porcentaje sobresale que dos de cada tres mujeres han estado embarazadas.

Con base en estos datos estadísticos, la Secretaría de Salud de Querétaro emitió un comunicado en el que resalta la importancia del control médico durante el proceso de gestación, a fin de evitar enfermedades.

Por lo anterior, se califica como primordial que la embarazada se someta a una valoración médica, para conocer las enfermedades o antecedente de padecimientos que pudieran impedir el buen término del embarazo.

Entre los padecimientos recurrentes están la presión alta, diabetes, enfermedades del hígado, del riñón, del corazón, de los huesos, migrañas, entre otras. Para completar la información de la paciente, durante la valoración se requiere conocer especificaciones que definan su antecedente médico: número de partos, abortos, cesáreas, partos pre término, hijos nacidos muertos, preeclampsia (presión elevada, hinchazón de pies y proteína que se elimina por la orina) o eclampsia (lo anterior más crisis convulsivas) y diabetes gestacional.

En el informe emitido por la Secretaría de Salud, la dependencia explica que una vez realizada la valoración el médico podrá identificar o negar factores de riesgo para embarazo, refiriendo que el especialista es el indicado para realizar la valoración.

“El embarazo es un proceso natural, espontáneo y en la mayor parte de las personas no se planea; otras veces, la mujer desconoce que está embarazada, principalmente cuando sufre de irregularidades menstruales”, señala.

Por ello se recomienda que haya una planificación del embarazo, con la finalidad de hacer una valoración de la pareja e identificar posibles padecimientos o enfermedades que puedan impedir, limitar o complicar el proceso del embarazo, el parto o el puerperio (cuarentena).

Según la dependencia, durante la primera valoración, el médico prescribe a la pareja ácido fólico o vitaminas que deberán tomar ambos desde tres meses antes y la mujer, también, tres meses después del embarazo. Asimismo se solicitan exámenes orina y sangre a la pareja, con el propósito de identificar infecciones de vías urinarias, por ser la primer causa de aborto o parto pre término, y para identificar alguna enfermedad como anemia, sífilis, VIH o SIDA.

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