La Universidad Autónoma de Querétaro debe promover la transparencia y rendición de cuentas, práctica que debe prevalecer en la siguiente administración, que será renovada el 15 de enero de 2018.

Con esta premisa coincidieron los candidatos a suceder a Gilberto Herrera Ruiz al frente de la institución, y quienes sostuvieron un último debate (previo al día de la elección) en sesión extraordinaria de Consejo Universitario.

Los aspirantes reconocieron que existen prácticas de corrupción en la universidad, específicamente en las Facultades en donde se entregan de forma discrecional las cargas horarias de los docentes, aunque reconocieron prácticas transparentes en términos administrativos.

Este lunes EL UNIVERSAL Querétaro reveló las observaciones realizadas por la ESFE a la UAQ, y que implican presuntas irregularidades en procesos administrativos, adjudicación de obras de infraestructura y duplicidad en algunos pagos a contratistas.

Teresa García Gasca, directora de la Facultad de Ciencias Naturales, recordó que la actual administración abrió voluntariamente sus cuentas a la Entidad Superior de Fiscalización del Estado (ESFE), instancia que en los últimos años ha hecho más de 300 observaciones a la UAQ.

Expuso que es necesaria la reestructuración de algunos procesos administrativos para dar servicio, en tiempo y forma, a las necesidades de la universidad “en aras de mostrar completa transparencia y rendición de cuentas”.

Una práctica a la que son sometidos a través de las auditorías “en este sentido (la falta de actualización) han impedido que los procesos administrativos sean más rápidos, si bien se han recibido más de 300 observaciones por parte de la ESFE ninguna ha sido resarcitoria, debemos continuar con esas prácticas de transparencia, pero con actualización de manuales”.

Enfatizó que la corrupción no sólo implica el mal uso de los recursos financieros, sino incluye otras áreas de prácticas desleales para favorecer a alguien.

Blanca Estela Gutiérrez, secretaria particular de rectoría, aseguró que en la UAQ no hay corrupción, ni siquiera en las cargas horarias que se mencionan pues todo está controlado desde la administración central.

“La transparencia fundamental, tenemos que fortalecer tareas de planeación; hablar de estructura administrativa y política laboral nos remite a un problema que aqueja en el país: la corrupción, tenemos que definir políticas muy claras, pero estoy convencida de que en nuestra universidad no hay corrupción”.

Arturo Castañeda Olalde, director de la Facultad de Contaduría y Administración, dijo conocer casos de favoritismo hacia docentes a quienes se entregan horas de clases sin justificación.

“Necesitamos que quien esté asumiendo una función en la administración de verdad tenga el perfil para estar, la expertiz para atender la función que le toca; y que el contralor sea electo por el Consejo Universitario”.

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