El candidato al Senado de la República por la coalición Juntos Haremos Historia en Querétaro, Gilberto Herrera Ruiz, visitó el municipio de Cadereyta de Montes, con la intención de conocer de primera mano las problemáticas y necesidades que tienen los habitantes de esta demarcación perteneciente al semidesierto, entre ellas la denuncia de que las autoridades locales hacen caso omiso a sus demandas.

Dijo que es momento de dejar a un lado a los funcionarios que no están cercanos a la gente, que no regresan a las comunidades luego de pedir el voto popular y no resuelven sus problemas.

Herrera Ruiz destacó que el gobierno debe ser de puertas abiertas: “Necesitamos que los políticos se bajen de esos pedestales a los que ellos solos se han subido, y se pongan a trabajar a favor de quienes les dieron la confianza a través de sus votos, para resolver los problemas es necesario conocerlos, esconderse de la gente es la peor manera de hacer las cosas”.

Agregó que uno de los grandes errores que tiene el sistema democrático de este país es que cuando los gobernantes no cumplen sus compromisos de campaña no sucede nada, por lo cual es necesario reformar la ley para obligar a los políticos a hacer valer con hechos sus promesas.

Aseguró que desde el Senado tendrá una comunicación constante con las autoridades municipales de Cadereyta para atender desde el ámbito federal las principales quejas de los ciudadanos de este municipio.

En esta visita recogió el testimonio de los pobladores de las comunidades de Santa Bárbara y Zituní, así como de la cabecera municipal, quienes recurrentemente señalaron que las autoridades locales no los escuchan y por ello son ajenas a los diversos problemas que lastiman a la gente.

La opinión generalizada es que quienes buscan gobernar siempre los visitan en tiempos de campaña y luego desaparecen, no los ven más que en ocasiones muy especiales, por lo que se sienten defraudados. Incluso narraron que las autoridades locales suelen ocultarse de los pobladores cuando van a exigir una acción de gobierno.

“Aquí, cuando son campañas, vienen y te saludan de beso, se muestran amables y prometen de todo, pero una vez que ganan te desconocen. En la presidencia tienen el pasillo de la vergüenza que lleva a una puertita para salir por la calle de atrás, y cada que el presidente no quiere ver a alguien se va por ahí”, manifestó una madre de familia de Zituní.

En ese sentido, Ana María Hernández Mendoza señaló que esta situación es vergonzosa, pues los políticos son empleados del pueblo y se deben a ellos, “el salario de los funcionarios lo pagamos nosotros y lo menos que pueden hacer es escucharnos”, subrayó.

En su visita a Cadereyta, el candidato al Senado recogió el testimonio de los pobladores de este municipio, quienes se quejaron de que las autoridades locales no escuchan sus demandas.

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