De acuerdo con la Secretaría del Trabajo del estado, se han otorgado 400 permisos en esta administración para que menores de 16 años puedan trabajar en diferentes puestos, el municipio capitalino trata de llevar a los niños al centro de día Njohye para que reanuden sus estudios. Con cálculos realizados por el Sistema Municipal DIF de Querétaro son al menos de 2 mil 500 niños los que se encuentra realizando trabajos en el campo, las calles o al interior de los hogares, esta cifra es tan solo por la cantidad de menores que acuden al centro de día localizado en la colonia Hércules donde los pequeños son atendidos para regresar las escuelas. El secretario del trabajo del gobierno estatal, Tonatiuh Salinas Muñoz, explicó que en lo que va de la administración estatal no se ha presentado ninguna sanción a ninguna empresa por tener a menores trabajando, pero se han otorgado permisos para que jóvenes entre los 14 y los 16 años puedan trabajar con consentimiento de sus padres. “De acuerdo con la nueva Ley Federal del Trabajo, el trabajo infantil está prohibido y se le da facultades a la Secretaria del Trabajo del estado para llevar a cabo algunas sanciones, que van desde lo económico hasta el cierre temporal o definitivo de los centros de trabajo, la ley prevé desde 250 y hasta 5 mil salarios mínimos de tal forma que es una señal muy fuerte del trabajo infantil y se debe de prohibir y buscar que los niños estén en la escuela”. El trabajo infantil principalmente se presenta en las calles de las ciudades o en el campo donde por tradición los padres solicitan a los hijos a llevar a cabo labores propias dejando de lado la educación de los niños. En las calles al no ser una labor con un patrón los niños no pueden ser regulados y no hay personas que impongan una sanción directamente. “Al día de hoy la secretaría del trabajo ha otorgado 400 permisos para trabajo de jóvenes entre 14 y 15 años, es lo que tenemos, pero se está trabajando para aumentar de los 14 a los 15 años la edad mínima para trabajar por parte de los niños y jóvenes ya que un año que se les quita de vida productiva es un año más que se les da de escuela” aseguró el secretario del trabajo en el estado Tonatiuh Salinas. En muchos de los casos los niños que se encuentran trabajando en las esquinas limpiando parabrisas, vendiendo chicles o pidiendo dinero a los automovilistas son obligados por adultos que les indican lo que deben de hacer, en otros casos los padres son los que se encuentran en situación de calle y los menores se ven obligados a acompañar a sus padres para no quedar en el abandono. Ricardo Ortega Pacheco, director del sistema municipal DIF, explicó que el atraer a los niños y jóvenes que se encuentran trabajando en las calles de la ciudad no es una labor sencilla, “primero porque los padres cuando escuchan la palabra DIF piensan que les vamos a quitar a los niños, esto no es así, lo que hacemos es convencer a los niños que asistan al centro de día mientras sus papás se encuentran trabajando y con actividades los ayudamos a regresar a la escuela, pero también les enseñamos el idioma Otomí, en vista que las raíces de estos pequeños son indígenas y no queremos que pierdan el uso de este idioma”. En el centro de día Njohye, son al menos 250 niños los que se atienden diariamente en este centro de día pero los niños están obligados a asistir a una escuela pública por las tardes para que puedan mantener su asistencia en este centro, los padres al ver que los niños comienzan a superarse intelectualmente ellos también tratan de darles una mejor calidad de vida, con lo que están apoyando a 125 familias. El último censo a nivel nacional del 2011, indica que en el estado son más de 7 mil los menores los que se encuentran realizando trabajos a edades que oscilan entre los 7 y los 15 años, por lo mismo las dependencias del trabajo y de la familia se encuentran realizando labores de concientización para que los menores se mantengan en las escuelas.

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