Cirila Vázquez aprendió de sus padres el arte de elaborar muñecas indígenas, que son un símbolo de Querétaro; de niña eran su único juguete, aprendió el bordado y, ahora, representan su trabajo y forma de ganarse la vida.

Con el aprendizaje de nuevas técnicas, Cirila llevó uno de sus diseños al tercer Concurso de Arte Indígena, que organizó el Museo de Arte Indígena Contemporáneo.

La premiación tuvo lugar en la ciudad de Querétaro y la mujer originaria de Amealco de Bonfil ganó el primer lugar. Una de sus compañeras, Aurora Martínez, ganó el segundo.

“Para mí fue mucha felicidad, es la primera vez que estoy ganando esto; la verdad no pensé que fuera a ganar, dijimos: ‘Lo vamos a hacer y si no gano pues no pasa nada’. Porque si no ganamos estas artesanías pues la vendemos, como sea es una ganancia para nosotros”, indicó.

Ella es una de las 13 mil personas de origen indígena que habitan, de forma permanente o itineraria, en la ciudad de Querétaro; la mayoría llega en búsqueda de una oportunidad de trabajo y muchos llevan consigo la herencia de las artesanías.

Es el caso de Cirila y Aurora, quienes —como parte de una forma de vida y hasta costumbre de sus pueblos— llegaron a la capital del estado para vender sus creaciones y, así, llevar dinero a su casa.

“Yo voy y vengo, yo soy de Amealco, allá tengo a mi esposo, tenemos un hijo y también a mi nuera y mis cuatro nietos; nosotros desde siempre le hacemos a la artesanía, los bordados. Es lo que sabemos hacer y venimos aquí para poder venderlo”, refirió.

La herencia de la artesanía ahora la enseña a sus nietos, quienes además de estudiar ya hacen algunos bordados; sin embargo, no es el futuro que Cirila quiere para ellos. La mujer los alienta a seguir estudiando para romper con las dificultades que pertenecer a su pueblo conlleva.

“También les gusta bordar a mis nietos, están en la escuela; tengo una muchacha y un muchacho que están en el bachilleres, una más en la secundaria y una más pequeña en la primaria. Le echan ganas, hacen bordaditos chiquitos, ya le hacen, pero yo les pido que le echen ganas al estudio”, menciona Cirila.

Junto con otros compañeros, la mayoría de Amealco, tienen un lugar para venta en el Centro de Desarrollo Artesanal Indígena (CDAI); no obstante, no siempre tienen ganancias, por eso, salen algunas veces a las calles. Ese batallar es el que no quiere para sus nietos, pues además de palear la necesidad económica, se enfrentan a la discriminación social.

“Que estudien para que no les pase como a nosotros que andamos en la calle, luego nos andamos peleando con los inspectores; tenemos nuestro lugarcito, pero si no vendemos tenemos que salir a la calle, porque ahí es en donde está la venta, viene gente acá pero no siempre nos compran”.

Celebra CDAI segundo aniversario. Con una muestra gastronómica, música, danzas y la honra a los antepasados mexicanos, el Centro de Desarrollo Artesanal Indígena festejó el segundo año de operación.

El 28 de enero de 2015 abrió oficialmente sus puertas, como un espacio para el desarrollo social y económico de los migrantes indígenas.

Beatriz Marmolejo Rojas, secretaria de Desarrollo Humano y Social del municipio de Querétaro, afirmó que los pueblos indígenas son quienes dan identidad a lo que es en la actualidad el país mexicano.

“Es un orgullo contar con un espacio como este, en el que podemos conjuntar los esfuerzos tanto de los ciudadanos, que nos recuerdan a los mexicanos que tenemos una historia, una riqueza y que nos lo ofrecen a través de sus artesanías, conjuga el esfuerzo y disposición de instituciones privadas y públicas”, refirió.

En la ceremonia de protocolo, también informó que la Universidad Cuauhtémoc se sumó a las labores del Centro, a través del diseño de publicidad que será facilitada a la dependencia para la promoción del CDAI.

Aurelio Sigala Paez, delegado de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), reconoció que la mayor deuda que existe con las comunidades es el reconocimiento de sus derechos, pues aún son sectores discriminados.

“Nunca es suficiente lo que hagamos, siempre mencionamos que hay una deuda histórica no sólo en el tema de empleo y los proyectos productivos, sino el tema de los derechos que es el fundamental en la comunidades, la discriminación, inclusión, de verlos con lo valioso que representan para la cultura”, advirtió.

El objetivo del centro es que la población indígena cuente con apoyo y financiamiento de fácil acceso para que desarrollen su actividad económica y mejoren sus procesos productivos y los ingresos de las familias.

Además de la venta de artesanías, el CDAI cuenta con talleres para capacitación y elaboración de productos, un espacio para muestra gastronómica, un espacio para la presentación de eventos y el Museo de Arte Indígena; este último recinto cuenta con seis salas de exhibición para promover el conocimiento y la difusión de los pueblos indígenas.

“Mucha población indígena vive en la ciudad de Querétaro, aquí se tiene una artesanía de mucha calidad, tienen talleres, máquinas, asesores, han mejorado mucho sus diseños, cada día llegan más indígenas a Querétaro”, dijo el delegado federal.

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