Autoridades arrancaron con la Secretaría de Obras Públicas para inspeccionar el periodo que va de enero y a junio de 2012.

El auditor municipal, Carlos Rentería Riveral, informó que las auditorías se derivan de una lista de revisiones calendarizadas y predeterminadas a inicio de año. Añadió que el proceso podría durar uno o dos meses.

“Esto se hace de acuerdo con un plan anual derivado del uso de recursos públicos a nivel federal, estatal y municipal”, precisó.

Indicó que el principal compromiso de la administración del presidente municipal, Roberto Loyola, es que se cuente con un sistema de revisión y evaluación permanente que permita que la mayoría de los recursos públicos estén sujetos a auditoría para que se garantice su transparencia.

Comentó que los tiempos que se manejan para la realización de una auditoría en otras dependencias, como la Entidad Superior de Fiscalización (ESFE), llegan a durar hasta un año. Una vez concluida —añadió—, las autoridades puedan revisar sus parámetros y el uso de recursos.

Manifestó que a la par de las auditorías ordinarias, se revisan los documentos entregados por los servidores públicos salientes dentro del programa de entrega-recepción con el fin de detectar si existe alguna anomalía. El plazo para concluir este proceso y presentar un resultado concluye a mediados de noviembre para .

Rentería Rivera detalló que apenas se encuentran en el día seis, de los 15 hábiles con los que cuentan los servidores públicos entrantes para revisar la documentación entregada. Dijo que aún quedan 15 días para que los funcionarios salientes respondan a las observaciones hechas.

“Después de la otra semana, elaboraremos las notificaciones para que los servidores públicos entrantes tengan para tiempo contestar a dichas solicitudes”, recalcó.

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