Me gustan las ciudades llenas de símbolos y testimonios artísticos. Pienso que es una manera de conocer lo que han vivido quienes nos dejaron un legado. Los monumentos son siempre una manera de honrar la memoria de los pueblos y de los momentos que vivieron hace años, décadas o siglos.

En la actualidad, con el crecimiento de ciudades como la nuestra, hacen falta más testimonios de las generaciones que hoy transitamos por la vida y considerar el valor que éstos puedan adquirir para quienes vendrán dentro otros tantos años.

Aquí les comparto una fotografía de un detalle en uno de los monumentos más reconocidos en el mundo, el Arco del Triunfo en París y corresponde a una obra escultórica titulada La Resistencia de 1814 de Antoine Étex. Verla bañada por el sol de un atardecer es un privilegio.

Ojalá y se dejen cada vez más testimonios del arte del presente para la memoria del futuro en más ciudades, como este Querétaro nuevo que deseamos conservar.

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