Julio Guerrero Gallegos, taxista desde hace 35 años, muestra su unidad, totalmente integrada al siglo XXI. Es de los conductores que ya usan el taxímetro para brindar el servicio, con lo que los usuarios tienen la certeza de que tendrán un cobro justo, que ellos mismos pueden checar a través de la aplicación para móviles, en donde además pueden ver los datos del operador y la ruta hacia su destino.

En la unidad de Julio, un vehículo híbrido de marca coreana, también cuenta con wi-fi para los pasajeros, además de viajar con seguridad, pues el taxi cuenta con GPS. “Es seguridad para nosotros y los pasajeros”, dice.

Al abordar la unidad de Julio, el conductor explica cómo será el cobro del servicio. En la pantalla del sistema de infoentretenimiento del vehículo se observa la aplicación del taxímetro, que en el caso de Julio, está conectado a su teléfono.

El conductor explica que este método de cobro, más moderno y seguro, se trabaja en conjunto con el Instituto Queretano de Transporte (IQT). “El año pasado ya estaba para salir. Por cuestiones técnicas se detuvo, se dio una prórroga en el Congreso del estado, pero a partir del 1 de octubre es una obligación para nosotros traer el taxímetro.

El uso es fácil, tanto para el usuario como para el conductor. Esperamos que todos los vehículos traigan ese taxímetro físicamente. Ahorita muchos lo traen con el teléfono, y la próxima semana, el 16 de octubre ya lo va a poder recargar el usuario en los códigos QR” menciona.

El taxi avanza por avenida Constituyentes. Debido a la motorización híbrida de la unidad, sólo se escucha el rodar de las llantas y el aire acondicionado. El motor a combustión interna va apagado, no quema gasolina, un sistema que beneficia al medio ambiente.

Mientras se circula por Constituyentes, Julio agrega que con el código QR el usuario podrá compartir su ubicación y el destino a donde va, lo que brinda mayor seguridad al pasajero y al conductor, pues además el automóvil viene equipado con una cámara de video al interior.

El taxímetro inicia a funcionar. Marca de banderazo 25 pesos y avisa que ha comenzado el viaje. A partir de ese momento comienza a correr el tiempo. Señala que cuando el taxímetro marca que recorrió kilómetro y medio subirá el costo. Cada 250 metros marca 1.87 pesos, pero mientras más larga sea la distancia el costo del kilómetro se reduce. Así, de kilómetro 15 al 20, el costo de los 250 metros recorridos será de 88 centavos.

En el taxímetro también aparece el nombre del conductor, el número de la concesión y el número de placas de la unidad, que son todos los datos necesarios para ubicar el vehículo en el que se viajan. Esos mismos datos, explica, los va a poder ver la o las personas con quienes el usuario haya compartido su ubicación y viaje. Por si fuera poco, también deben de llevar a la vista su Tarjetón de Identificación del Operador (TIO).

Otra medida de seguridad que tiene el taxi son los botones de pánico, tanto para el conductor como para el pasajeros. “Si oprimimos el botón de pánico, la señal llega automáticamente al IQT que nos va a monitorear. Si fue error, vamos a hablar para decir que fue un error. Por el contrario, si ven con la cámara frontal verán si me van asaltando, e inmediatamente se enlazan con el C4 y éste ya nos ubicará por medio de los lectores de placas”, precisa el conductor del auto.

La tecnología implementada en este vehículo no es barata, pero Julio dice que vale la pena, ya que es en aras de brindar un mejor servicio, seguro y con un cobro justo.

Sobre las ganancias, dice que realmente no ha visto que sea menos lo que gana, pues el cobro y lo que marca el taxímetro es justo.

“Esto motiva al usuario porque sabe que se le a cobrar lo justo, se le va a cobrar lo que realmente es. Se va a poder subir con toda confianza, sabiendo que desde su aplicación ya pudo haber checado el monto del servicio”, enfatiza.

Apunta que otros servicios de transporte público que no son taxis regulados, no cuentan con, por ejemplo, seguro de gastos médicos en caso de accidente, además de que los conductores no están capacitados como lo están ellos. “Estos carros que trabajan irregularmente no tienen ese seguro. Al carecer de ese seguro están indefensos. Pueden cobrar más barato, pero no sé cuánto valga su vida o su integridad física. No soy mejor, pero trato de serlo”, subraya.

Dice que la respuesta de los usuarios ha sido positiva, pues abordan la unidad con confianza de que se cobrará de manera justa el servicio, a pesar de que había resistencia de algunos taxistas de usar el dispositivo.

Agrega que con el taxímetro se busca también que la gente use más el taxi, al tener la certeza de que el cobro será correcto, aunque reconoce que servicios, como Uber, les afectó. Pese a ello, precisa que confía en la calidad del servicio que brinda con su unidad equipada con tecnología de punta.

“Esperemos que ya todos los compañeros lo usen (el taxímetro) y que sea un beneficio para la ciudadanía, para nosotros también, y nada más echarle para adelante”, puntualiza el conductor.

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